viernes, 23 de junio de 2017

Mejorar la educación y la atención de la primera infancia para ayudar a más niños a lograr un buen arranque en la vida y a fomentar la movilidad social, dice la OCDE

París, junio 22 de 2017 - Según un nuevo informe de la OCDE, es recomendable que los países redoblen esfuerzos para ofrecer educación y atención de la primera infancia (EAPI) asequibles y de alta calidad, y así brindar a todos los niños la oportunidad de alcanzar su potencial y mejorar la movilidad social.

En Starting Strong 2017 muestra que en años recientes la mayoría de los gobiernos han aumentado sus inversiones para ampliar la matrícula y abrir más guarderías y escuelas. Destaca que los países deben centrarse en mejorar las condiciones laborales de los profesores, alentar la participación de los padres de familia e implementar nuevos métodos docentes.

Una EAPI de alta calidad es beneficiosa para todos los niños. Los resultados de la evaluación PISA 2015 revelan que en prácticamente todos los países de la OCDE, los niños de 15 años de edad que tuvieron acceso a la EAPI mostraron un mejor desempeño que sus pares sin EAPI. Según el informe, los niños desfavorecidos son los que más se benefician y focalizarse en ellos aportaría los mejores rendimientos.

“Permitir que todos los niños tengan acceso a educación y atención de la primera infancia de primera calidad sentará las bases para el desarrollo futuro de habilidades y destrezas, e impulsará la movilidad social y el crecimiento incluyente” afirmó Gabriela Ramos, Directora OCDE y Sherpa ante el G20 durante la presentación del reporte en México.

El gasto en EAPI representa un promedio de 0.8% del PIB en los países de la OCDE y 80% o más proviene de fondos públicos.

En promedio en los países de la OCDE, alrededor de un tercio de los niños menores de tres años están matriculados en servicios formales de atención de la primera infancia. Las tasas varían mucho, de menos de 10% de los niños en México, la República Checa y la República Eslovaca, a más de 50% en todos los países nórdicos —excepto Suecia—, así como Bélgica, Francia, Luxemburgo y Países Bajos.

Entre 2005 y 2014, los aumentos en las tasas de matrícula de niños de tres años en la educación preescolar rebasaron los 15 puntos porcentuales en diversos países, incluidos Austria, Chile, Eslovenia, Federación de Rusia, Israel, Letonia, México, Polonia y Portugal. En los países de la OCDE, un promedio de 70% de los niños de tres años de edad están registrados en educación preescolar, en un rango entre 20% o menos en Australia, Grecia, Suiza y Turquía, y 95% o más en Bélgica, España, Francia, Islandia y Noruega.

El acceso universal o casi universal a por lo menos un año de EAPI es ahora una realidad en la mayoría de los países de la OCDE, lo cual representa un avance significativo hacia las metas en materia de educación incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De los niños de cuatro años de edad, 90% o más están ya inscritos en educación preescolar o primaria en dos tercios de los países con información disponible.

En el informe se detallan diversas conclusiones y recomendaciones, como las siguientes:
Mejores salarios y condiciones laborales atraerían o retendrían a los jóvenes a la profesión de EAPI. Sin embargo, solo en Austria, Corea, Japón, Nueva Zelanda, Turquía y Reino Unido hay un 25% o más de profesores de educación preescolar menores de 30 años de edad.
Pese a que en la mayoría de los países requieren por lo menos un grado de licenciatura, los profesores de EAPI ganan menos que sus colegas de educación secundaria o superior, y solo 74% del salario promedio de un trabajador de jornada completa con educación terciaria. En los países de la OCDE, nueve de 10 profesores de preescolar son mujeres, en comparación con cerca de cuatro de 10 en el nivel terciario. 
Aumentar la asequibilidad de la atención infantil de calidad ayudaría a que más madres vuelvan a trabajar y logren un mejor equilibrio vida-trabajo. Más de 70% de las madres de Dinamarca, Eslovenia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Suiza trabajan, y estos países tienen también los porcentajes más altos de niños matriculados en servicios formales de atención infantil.
La participación de los padres también es fundamental. Su ayuda para el aprendizaje los niños en el hogar y el establecimiento de un mayor contacto entre el personal docente y los padres de familia se relaciona estrechamente con el éxito académico superior y el desarrollo socioemocional de los niños.
EAPI beneficiará sobre todo a los niños desfavorecidos, pues ofrecerá la base para una formación continua exitosa y promoverá el desarrollo de habilidades socioemocionales.

El estudio está disponible en https://www.oecd.org/edu/starting-strong-2017-9789264276116-en.htm. Un reporte complementario de, Starting Strong V - Transitions from Early Childhood Education and Care to Primary Education, está disponible en https://www.oecd.org/edu/school/starting-strong-v-9789264276253-en.htm