sábado, 25 de noviembre de 2017

Birmania y Bangladesh buscan una solución a los 622.000 refugiados rohinyás

Bangkok, (EFE).- El pasado miércoles 22 de noviembre, Birmania (actual Myanmar) y Bangladesh comenzaron hoy en Naipyidó una reunión de dos días en la que ambas partes esperan un acuerdo sobre los 622.000 refugiados de la minoría musulmana rohinyá que han cruzado la frontera para huir de la violencia en el oeste birmano.

La jefa de facto del Gobierno birmano, Aung San Suu Kyi (Foto), y el ministro de Asuntos Exteriores de Bangladesh, Mahmud Ali, manifestaron por separado antes del inicio de las reuniones que confiaban en poder sellar un memorando de entendimiento en Naipyidó que permita empezar la repatriación.

Está previsto que Suu Kyi y Ali celebren mañana la reunión final que complete los contactos iniciados hoy.

La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, ofreció la ayuda europea para que Dacca y Naipyidó lleguen a un acuerdo, durante una visita que realizó el fin de semana pasado a los refugiados rohinyás en Bangladesh.

China también se ha ofrecido a través del ministro de Exteriores chino, Wang Yi, a ayudar a resolver la llamada crisis rohinyá, entre otros países.

Unos 622.000 miembros de esta minoría musulmana que sufre persecución en Birmania habían cruzado la frontera con Bangladesh a fecha 20 de noviembre, según los datos del Grupo de Coordinación Intersectorial.

El éxodo comenzó con las operaciones de represalia de las fuerzas de seguridad birmanas lanzadas tras los ataques, el 25 de agosto, del rebelde Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) a una treintena de puestos militares y policiales en el estado Rakáin (antigua Arakan), situado en el oeste de Birmania.

Aunque la violencia ha remitido y Suu Kyi ha prometido que el regreso de los refugiados será voluntario y seguro, la situación sigue sin ser la más favorable para esta minoría en Rakáin.

Amnistía Internacional (AI), al presentar un informe en Bangkok ayer, acusó a Birmania de imponer un régimen de "apartheid" a los rohinyás, y denunció que este sistema "institucionalizado" de discriminación constituye un crimen contra la humanidad.

"Este sistema parece estar diseñado para hacer que las vidas de los rohinyás sea lo más humillante y sin esperanza posible", señaló la directora de investigación de AI, Anna Neistat, quien calificó de "limpieza étnica" la última campaña militar en Birmania. México :: Mundo