ACCRA, El Grupo Banco Mundial anunció hoy financiamiento adicional por valor de US$100 millones en el marco de su respuesta a la crisis de ébola, para acelerar el despliegue de personal médico extranjero en los tres países más afectados de África occidental. Tras el anuncio, el financiamiento destinado por el Grupo a la lucha contra el ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona durante los últimos tres meses asciende a más de US$500 millones.
En las últimas semanas, líderes de África occidental y de la comunidad mundial del desarrollo han reclamado un refuerzo coordinado masivo de equipos sanitarios internacionales para los tres países con el objeto de contener la epidemia. Se necesita personal médico para el tratamiento y el cuidado de pacientes, para aumentar la capacidad sanitaria local, administrar los centros de tratamiento del ébola y reanudar los servicios esenciales de salud para la población no afectada por la enfermedad. De acuerdo con las estimaciones actuales de las Naciones Unidas, para responder al brote de ébola en los tres países, en los próximos meses se necesitarán alrededor de 5000 funcionarios internacionales, tanto médicos e instructores como de apoyo, entre ellos de 700 a 1000 trabajadores sanitarios extranjeros para la atención de pacientes en los centros de tratamiento de la enfermedad.
“La respuesta del mundo a la crisis de ébola ha aumentado marcadamente en las últimas semanas, pero todavía existe un déficit enorme en lo que respecta a llevar el número suficiente de trabajadores sanitarios capacitados a las zonas con las tasas más altas de infección”, señaló el presidente del Grupo Banco Mundial Jim Yong Kim. “Debemos adoptar medidas urgentes para derribar los obstáculos que impiden desplegar más trabajadores de la salud. Confiamos en que estos US$100 millones contribuirán a promover un rápido aumento del personal médico en las comunidades que más lo necesitan”.
El financiamiento adicional del Grupo Banco Mundial ayudará a establecer un centro de coordinación en estrecha cooperación con los tres países, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el principal órgano de las Naciones Unidas para la coordinación de la lucha contra el ébola en Ghana, y otros organismos, para reclutar, capacitar y desplegar personal médico extranjero calificado.
El centro se diseñará y operará en forma coordinada con el Coordinador Superior del Sistema de las Naciones Unidas para la Enfermedad del Ébola y la Misión de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ébola (UNMEER), con apoyo técnico de la OMS y en estrecha colaboración con otros asociados. Se encargará de resolver las principales cuestiones que impiden reclutar un número significativamente mayor de trabajadores sanitarios extranjeros, entre ellas los salarios y las prestaciones, la contratación y capacitación, la seguridad, el transporte, el alojamiento, el suministro de atención médica urgente y la evacuación sanitaria del personal infectado.
El financiamiento también se destinará al fortalecimiento de la capacidad general de los tres países para alcanzar las metas 70/70/60 establecidas el 1 de octubre de 2014 por la UNMEER y la OMS, es decir: aislar y proporcionar tratamiento al 70 % de los casos sospechosos de ébola y enterrar de manera segura al 70 % de los fallecidos dentro de los siguientes 60 días.
El anuncio se realiza en momentos en que la comunidad internacional centra la atención en la necesidad de llevar un mayor número de trabajadores sanitarios capacitados a Guinea, Liberia y Sierra Leona.
En una reunión especial sobre el ébola que se llevó a cabo el 28 de octubre de 2014 en Addis Abeba (Etiopía), la presidenta de la Comisión de la Unión Africana Dra. Nkosazana Dlamini Zuma dijo que su organización ayudaría a desplegar en las naciones afectadas 2000 trabajadores sanitarios capacitados. En la reunión, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon y el presidente del Grupo Banco Mundial Dr. Kim expresaron su beneplácito por la suma comprometida y señalaron que harían todo lo posible para ayudar. El mismo martes, líderes sanitarios de Kenya informaron al Dr. Kim que 600 trabajadores sanitarios de su país se habían ofrecido como voluntarios para trabajar en las naciones afectadas.
Además, a principios del mes en curso, Paul Allen, el cofundador de Microsoft, comprometió US$100 millones para incrementar el número de trabajadores sanitarios extranjeros; gran parte de estos fondos se destinarán a servicios de evacuación sanitaria para el personal médico extranjero, en caso de que alguno de ellos contraiga la enfermedad. La Comisión Europea y Estados Unidos también se comprometieron, a principios de mes, a respaldar la evacuación de trabajadores extranjeros infectados.
“Los trabajadores de la salud prestan el juramento de curar a los enfermos; por lo tanto, no me sorprende que muchos de ellos estén dispuestos a ir al lugar de origen de la epidemia de ébola para atender a los pacientes”, dijo el Dr. Kim, médico experto en el tratamiento de enfermedades infecciosas, quien se dedicó varios años a tratar pacientes en países pobres. “Por lo tanto, debemos adoptar todas las medidas posibles para eliminar los obstáculos que les impiden prestar sus servicios, entre ellas el pago de una remuneración a los trabajadores en los países en desarrollo o la promesa de proporcionarles servicios de evacuación. Los trabajadores sanitarios que atienden a los pacientes de ébola son héroes, y así debemos tratarlos”.
El Sr. Kim también señaló que el centro podría ser el punto de partida para desarrollar un cuerpo de reserva dedicado a la seguridad sanitaria mundial en forma más permanente, integrado por miembros de diversos países, para desplegar personal médico, con rapidez y precisión, en respuesta a futuras crisis de salud.
“Inclusive mientras nos centramos intensamente en la respuesta de emergencia al ébola, debemos invertir en infraestructura, instituciones y sistemas de salud pública para estar preparados cuando se produzca la próxima epidemia, que podría propagarse mucho más rápido, causar la muerte a un número mayor de personas y, potencialmente, devastar la economía mundial”, señaló el Dr. Kim.
El nuevo financiamiento provendrá del Mecanismo de Respuesta a las Crisis, de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), institución miembro del Grupo Banco Mundial, que está diseñado para ayudar a los países pobres clientes de la AIF a responder ante crisis excepcionalmente graves en forma oportuna, transparente y previsible. Los fondos del mencionado mecanismo complementan las medidas de alivio de emergencia adoptadas por las Naciones Unidas y otras instituciones pues proporcionan una respuesta inmediata ante las crisis, respaldan los esfuerzos de los países para brindar atención y apoyo esencial a las poblaciones afectadas, al tiempo que ayudan a los países a retomar una trayectoria de desarrollo a largo plazo.
Por medio de un anuncio anterior, el Grupo Banco Mundial informó que estaba movilizando US$400 millones para los tres países más afectados por la crisis de ébola, de los cuales ya se habían desembolsado US$117 millones. Este apoyo — coordinado de cerca con las Naciones Unidas y otros organismos internacionales y países asociados— permitirá que los países afectados proporcionen tratamiento a los enfermos, suministren alimentos esenciales y agua a los hogares afectados por el ébola, afronten el impacto económico y social de la crisis y comiencen a mejorar sus sistemas de salud pública para generar resiliencia y prepararse para posibles brotes en el futuro. Recientemente, el Grupo Banco Mundial publicó un informe en el que se señala que si la propagación del virus continúa intensificándose en los tres países más afectados y se extiende a los países vecinos, el impacto financiero regional a dos años podría alcanzar los US$32 600 millones a fines de 2015.