En el aniversario de la “noche de los cristales rotos”, el titular de la ONU asegura que hay que mantener una vigilancia continua para evitar los discursos que incitan al odio, que se extienden más allá del antisemitismo y alcanzan otras religiones, así como a los migrantes y refugiados.
Episodios contra la comunidad judía como el ocurrido durante la “noche de los cristales rotos”, cuando se produjeron una serie de violentos sucesos antisemitas en Alemania y Austria durante el 9 y 10 de noviembre de 1938, no significaron únicamente una noche de vidrios rotos, sino que “fue la noche de las vidas rotas, de las familias rotas, de las sociedades rotas, de los sueños rotos”.