Sao Paulo (EFE). Los estados de Sao Paulo, con tres óbitos, y Espírito Santo, con uno, reportaron el lunes (30 de enero) sus primeras muertes confirmadas por causa de la fiebre amarilla en lo que va del año, elevando así a 46 el número de víctimas mortales por el brote que tiene en alerta a algunas regiones de Brasil.