26 de enero, 2017 — Élie Buzyn tiene casi 90 años, pero recuerda a la perfección los horrores que sufrió de manos de los nazis en Polonia, su país natal.
Buzyn fue trasladado a un campo de concentración, donde presenció cómo se llevaron a sus padres a la cámara de gas. Antes de eso, su hermano fue fusilado para disuadir a otros de cualquier intento de fuga del gueto judío de Lodz.
Tras la guerra, este cirujano jubilado se asentó en Francia. Cree que es importante no olvidar lo ocurrido porque esas atrocidades podrían volver a repetirse hoy, incluso a mayor escala. “Podría decirse que el presente, pero más que eso, el futuro está bajo amenaza porque todo podría empezar de nuevo, pero de forma diferente, quizás más violenta, especialmente hoy con las armas de destrucción masiva.