Este fin de semana, el mundo se reúne en Sendai, Japón, por tercera vez en 21 años para lograr un acuerdo para abordar el riesgo de desastres y reducir la mortalidad y las pérdidas económicas.
Desde la conferencia previa, que se celebró en Kobe, Japón, en 2005, los desastres naturales han causado la muerte de al menos 700.000 personas y daños materiales de hasta US$1,4 billones, según cálculos de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR).
La Tercera Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres fue inaugurada oficialmente, en la presencia de los emperadores de Japón, el Secretario General de la ONU y representantes de más de 170 países.
Margareta Wahlström, directora de la UNISDR, dijo en un comunicado que impera la necesidad de pasar de la gestión de desastres a la gestión del riesgo de desastres.
“Si el mundo logra abordar las causas subyacentes del riesgo, como la pobreza, el cambio climático y la urbanización descontrolada, el resultado será un planeta mucho más resistente”, aseguró.
En vísperas de la inauguración, representantes gubernamentales se reunieron para debatir sobre el texto para el acuerdo sobre la reducción de desastres que será adoptado el 18 de marzo, durante la clausura del evento.
Este será el primero de los tres acuerdos globales que la ONU prevé alcanzar este año en el marco de la agenda global de desarrollo posterior a 2015. Los otros dos son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en septiembre), que sustituirán a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y un nuevo marco sobre el cambio climático (en diciembre), que reemplazará al Protocolo de Kioto.
Los desastres naturales de los últimos 10 años (terremotos, inundaciones, sequías, tornados y contaminación) estuvieron relacionados en su mayoría con el clima y afectaron a unos 1.700 millones de personas, según la UNISDR.