Washington, 10 de agosto, 2016 (AP). Después de un largo tira y afloja con el Congreso, el Pentágono ha proporcionado a una senadora republicana un informe clasificado detallando el historial sobre las supuestas actividades milicianas de más de 100 detenidos retenidos o liberados hace poco de la prisión militar estadounidense en la bahía de Guantánamo.
El reporte proporcionado a la senadora republicana Kelly Ayotte de New Hampshire, que lo compartió con Associated Press, narra la historia de detenidos como Karim Bostan, que gestionaba una floristería y después fue acusado de dirigir una célula especializada en explosivos afiliada a Al Qaeda que se cree atacó a tropas de la coalición que lideraba Estados unidos en el este de Afganistán. Lleva más de 13 años en Guantánamo, pero se autorizado su traslado a un país que esté dispuesto a aceptarlo.
"Aunque el Departamento de Defensa minimizó información y no proporcionó detalles clave sobre algunos detenidos, el reporte sigue proporcionando a los estadounidenses una fuente de información consolidada y desclasificada sobre los peligrosos terroristas de Guantánamo a los que el gobierno ha liberado hace poco o tiene previsto liberar pronto", dijo Ayotte en un correo electrónico respondiendo a unas preguntas. La senadora presiona desde hace años al gobierno de Obama para que sea más transparente sobre los presos que son trasladados del centro.
Los detenidos restantes "sin duda" regresarán al combate si son liberados, afirmó la senadora, señalando que el Departamento de Defensa le había dicho que el 93% de los detenidos que seguían en Guantánamo a finales del año pasado estaban clasificados como de alto riesgo de reincidencia en terrorismo.
Pero el texto también detalla las historias de milicianos de bajo nivel, liberados tras pasar más de 12 años detenidos sin que se presentaran cargos en su contra. Estos casos refuerzan los argumentos de los que llevan años afirmando que la detención indefinida va en contra de los valores estadounidenses.
En esa categoría está Muhammad Said Salim Bin Salman, un yemení que viajó a Afganistán para entrenar en un campo de Al Qaeda. Dijo que se había convertido en cocinero y nunca combatió porque sufre dolores de espalda. El reo, considerado como un riesgo medio de inteligencia, recibió luz verde para su traspaso y fue trasladado a Omán en enero tras 14 años detenido.
David Remes, abogado de derechos humanos que representa a varios detenidos, dijo que no se está liberando a hombres peligrosos.
"Retener a los hombres en absoluto era un profunda injusticia y una mancha persistente para Estados Unidos. Estos hombres no deberían haber estado en Guantánamo desde un principio", dijo Remes. "Es una cosa procesar a los detenidos por ataques contra Estados Unidos... es otra muy diferente -y contraria a los valores con los que Estados Unidos dice estar comprometido- retener durante muchos años a hombres que no están acusados de ningún crimen".
EL 5% de los presos de Guantánamo liberados desde que el presidente Barack Obama asumió el cargo han recaído en actividades milicianas, y se sospecha que otro 8% ha hecho lo mismo, según la Oficina del Director Nacional de Inteligencia. En comparación, las cifras fueron de un 21% confirmado y un 14% sospechado durante el gobierno de Bush.
La prisión militar estadounidense en Cuba tenía unos 240 detenidos en Guantánamo en 2009. Por ahora, Obama ha trasladado 162 detenidos a otros países. El reporte entregado a Ayotte cubre a 107 detenidos que estaban en el centro el 25 de noviembre de 2015, el día en que Obama firmó la ley de política de defensa que requirió elaborar el reporte. El número actual de internos es de 76.
Los legisladores republicanos acusan a Obama de apresurar rebajas en el nivel de amenaza de los detenidos para autorizar su traslado y cumplir su promesa electoral de cerrar el centro antes de abandonar el cargo en enero. Myles Caggins III, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, declinó estimar si Obama alcanzará su objetivo, pero dijo que Estados Unidos sigue trabajando con países dispuestos a recibir a los 34 detenidos -casi la mitad de los que quedan en la prisión- que han recibido luz verde para su traslado.
El Congreso, de mayoría republicana, ha intentado frenar o detener los traslados y vetado cualquier traspaso a prisiones en territorio estadounidense. La disputa entre la Casa Blanca y los republicanos en el Congreso subió especialmente de tono cuando Paul Lewis, enviado especial del Pentágono para cerrar Guantánamo, dijo a un comité del Congreso que detenidos liberados de Guantánamo habían matado a estadounidenses. Lewis no dijo cuántos ni ofreció más detalles.
En pleno debate, Ayotte lleva meses trabajando para que el Pentágono entregara el informe desclasificado que contemplaba la ley de defensa.
El Pentágono tenía hasta el 24 de enero para enviarlos al Congreso. Los responsables de defensa incumplieron ese plazo. En respuesta, Ayotte bloqueó un voto de nominación para el asesor legal general del Departamento. La senadora desbloqueó el proceso cuando el informe se entregó en su oficina el 13 de junio. El Pentágono no lo ha compartido con el Comité de Servicios Armados, como requiere la ley.
Aunque puede encontrarse algo de información no clasificada sobre los detenidos de Guantánamo en los cientos de documentos del gobierno, registros judiciales y evaluaciones de nivel de amenaza filtrados por WikiLeaks, el Pentágono nunca ha reunido un único reporte no clasificado para consulta del público o de los legisladores.