Dublín, 21 de marzo, 2017 (AP). Martin McGuinness, comandante del Ejército Republicano Irlandés que eventualmente hizo las paces con Gran Bretaña, falleció el martes, informaron allegados. Tenía 66 años.
El rebelde radical que por años trató de unificar a Irlanda mediante la violencia y lanzó ataques contra soldados británicos, eventualmente le estrechó la mano a la reina Isabel II y se convirtió en un dirigente político que se ganó el respeto e incluso la amistad de sus antiguos enemigos.
McGuinness fue cabecilla de un grupo paramilitar al que llevó a una reconciliación con Gran Bretaña. Fue por una década viceprimer ministro de Irlanda del Norte bajo un acuerdo de compartir el poder entre los protestantes y los católicos.
El ex primer ministro británico Tony Blair, quien negoció con McGuinness para forjar el acuerdo de paz de 1998, declaró: "Habrá quienes no pueden olvidar el amargo legado de la guerra. Y para quienes perdieron a seres queridos, eso es totalmente comprensible, pero quienes pudimos, al fin, lograr el acuerdo de paz de Irlanda del Norte, sabemos que jamás lo hubiésemos logrado sin el liderazgo, el coraje de Martin y su fe inquebrantable de que el pasado no debe definir el futuro".
El partido de McGuinness, el Sinn Fein, informó que el político murió en un hospital en su poblado de Londonderry tras una breve enfermedad.
McGuinness sufría de amiloidosis, una rara enfermedad con una cepa específica en el noroeste de Irlanda. La quimioterapia lo debilitó y otrora incansable dirigente tuvo que empezar a ausentarse de reuniones de gobierno. En enero anunció que renunciaba a las actividades políticas.
El líder del Sinn Fein Gerry Adams dijo que McGuinness era "un apasionado republicano que trabajó incansablemente por la paz y la reconciliación y por la reunificación de su país".
El primer ministro irlandés Enda Kenny declaró que McGuinness "será siempre recordado por la impresionante trayectoria política que realizó en su vida. Martin no sólo llegó a convencerse de que la paz debía reinar al final, se comprometió de lleno a conseguir ese objetivo".
Sin embargo, muchas víctimas del IRA no lo perdonan.
El ex ministro británico Norman Tebbit, cuya esposa quedó paralítica a raíz de un atentado del IRA en un hotel de Brighton en 1984, expresó esperanzas de que McGuinness "esté sufriendo en un rincón particularmente caluroso e incómodo del infierno por el resto de la eternidad".
La metamorfosis de McGuinness de guerrero a político fue impresionante. Como comandante del IRA durante los peores años de la violencia entre católicos y protestantes, insistía en que Irlanda del Norte debía independizarse del Reino Unido aun si los protestantes del país querían lo contrario.