
Inspectores del gobierno federal difundieron el martes las imágenes después de recorrer algunas de las instalaciones del sur de Texas en las que son detenidos y procesados adultos y niños que cruzaron la frontera desde México.
Conforme aumenta la indignación pública en torno a las condiciones en las que el gobierno estadounidense mantiene detenidas a miles de personas — algunas de ellas de unos cuantos meses de edad —, el reporte ofrece nuevos motivos de alarma. Un alto gestor del gobierno describió la situación como “una bomba de tiempo”, según el estudio.