GINEBRA (Reuters) - El número de refugiados sirios registrados en los países vecinos llegará el viernes a los tres millones, en medio de un éxodo que comenzó en marzo de 2011 y que no da señales de aflojar, de acuerdo a Naciones Unidas.
La cifra récord es de un millón más que hace un año, y a ellos se suman otros 6,5 millones de desplazados dentro de Siria, lo que supone que "casi la mitad de todos los sirios ya se han visto obligados a abandonar sus casas y huir para salvar sus vidas", dijo la organización internacional. "La crisis siria se ha convertido en la mayor urgencia humanitaria de nuestra época, y a pesar de ello el mundo está fallando a la hora de atender las necesidades de los refugiados y de los países que los acogen", dijo en un comunicado Antonio Guterres, alto comisionado de la ONU para los refugiados.
La gran mayoría se encuentra en los países vecinos: 1,14 millones en Líbano, 815.000 en Turquía y 608.000 en Jordania, principalmente. Además, unos 215.000 refugiados están en Irak y el resto se encuentra en Egipto y otros países. Los gobiernos de los países de acogida creen que otros cientos de miles de sirios se encuentran en su territorio aunque sin registrarse formalmente, añadió la ONU. Cada vez más familias llegan en un estado estremecedor, exhaustos, asustados y sin ahorros, agregó.
"La mayoría lleva más de un año huyendo, pasando de pueblo en pueblo antes de tomar la decisión final de huir", explicó. "También hay señales preocupantes de que el viaje fuera de Siria es cada vez más duro, con muchas personas obligadas a pagar sobornos en puestos de control armados proliferando a lo largo de la frontera", añadió.
SITUACIÓN DESESPERADA
Los sirios constituyen ya la segunda mayor población de refugiados al cuidado de ACNUR, solo por detrás de palestinos que llevan décadas en esa situación y que están incluidos en otra agencia de la ONU, la UNRWA. Un aumento reciente de los combates parece haber empeorado una situación ya de por sí desesperada, dijo el comunicado. Más de 191.000 personas han muerto en los tres años de la guerra civil, dijo un informe de la ONU publicado la semana pasada, en lo que la alta comisionada del organismo para los derechos humanos, Navi Pillay, calificó como una "catástrofe humana totalmente evitable".
En otro informe publicado este miércoles, investigadores de derechos humanos de la ONU acusaron a los insurgentes del Estado Islámico de cometer crímenes de guerra como amputaciones y ejecuciones públicas en el norte de Siria, en ocasiones en presencia de niños. La agencia mostró su profunda preocupación por el paradero de cientos de sirios atrapados en el campo de refugiados de Al Obaidy en Al Qa'im (Irak), después de que las agencias de la ONU y trabajadores de ayuda extranjeros se vieran obligados a abandonar sus oficinas y almacenes debido a la violencia.