ATLANTA/MONROVIA (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el martes que el brote de ébola en África es una amenaza creciente para la seguridad global y anunció que enviará 3.000 soldados para ayudar a evitar que la epidemia siga saliéndose de control.
"La realidad es que esta epidemia va a ponerse peor antes de que empiece a mejorar", dijo Obama en la sede central de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), en Atlanta.
"Pero en este momento, el mundo tiene una oportunidad de salvar una innumerable cantidad de vidas. Ahora el mundo tiene la responsabilidad de actuar, pararse y hacer más. Estados Unidos pretende hacer más", agregó.
La respuesta estadounidense a la crisis, una gran expansión respecto al plan inicial de la semana pasada, fue muy elogiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trabajadores humanitarios y funcionarios de Africa Occidental.
Pero expertos en salud dicen que no es suficiente para contener la epidemia, que está creciendo con rapidez y ha causado el colapso de los sistemas locales de salud.
Funcionarios estadounidenses dijeron que el foco del despliegue militar sería Liberia, el país más duramente golpeado por la crisis. El plan de Obama incluye el envío de 3.000 soldados, ingenieros y personal médico, el establecimiento de un comando regional y un centro de control en la capital de Liberia.
Además, plantea la construcción de 17 centros de tratamiento con 100 camas cada uno, entrenar a miles de trabajadores humanitarios y establecer un centro de control militar para coordinar las tareas.
"Debemos actuar rápido. No podemos perder el tiempo en esta situación", dijo Obama, quien destacó que "las posibilidades de una epidemia de ébola en Estados Unidos son extremadamente bajas".
El peor brote de ébola desde que el virus fue identificado en 1976 dejó casi 2.500 muertos y amenaza con extenderse por el resto de África.
Obama afirmó que si no se detiene el brote rápido, cientos de miles de personas se infectarán, lo que generará "severas consecuencias políticas, económicas y de seguridad para todos nosotros".
"Esta es una epidemia que no solamente amenaza la seguridad regional, es una amenaza potencial para la seguridad global en caso de que esos países colapsen, si sus economías colapsan y su gente entra en pánico. Eso tendrá efectos profundos para todos nosotros, incluso si no contraemos la enfermedad", agregó.
SITUACIÓN CRÍTICA
La OMS alabó el plan estadounidense para apoyar a la ONU y otros socios internacionales para asistir a las autoridades en Guinea, Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal para contener el brote.
La entidad sostuvo que necesita equipos médicos extranjeros con 500-600 expertos, así como al menos 10.000 trabajadores sanitarios locales, cifras que podrían aumentar si se incrementan los casos, como se espera que suceda.
Hasta el momento, Cuba y China han dicho que enviarán médicos a Sierra Leona. La Habana desplegará 165 personas en octubre, mientras que Pekín está enviando un laboratorio móvil con 59 expertos para acelerar los análisis de la enfermedad. Ya tiene 115 personas y un hospital financiado por China allí.
Pero Liberia es donde la enfermedad parece estar saliéndose más de control. La OMS no ha emitido ninguna estimación de casos o muertes en el país desde el 5 de septiembre y su directora general Margaret Chan ha dicho que no hay ni una sola cama disponible para pacientes de ébola allí.
Liberia, una nación fundada por descendientes de esclavos estadounidenses, pidió ayuda a Estados Unidos la semana pasada.
Un funcionario de Naciones Unidas en el país dijo el viernes que sus colegas habían pedido a los residentes que usaran bolsas plásticas para protegerse del virus letal.
Médicos Sin Fronteras (MSF), la organización benéfica que ha estado liderando la lucha contra el ébola, dijo que estaba sobrepasada y repitió sus llamados a un despliegue inmediato y masivo.
"Estamos honestamente desconcertados sobre cómo una única ONG privada está proveyendo la mayor parte de las unidades de aislamiento y camas", dijo la presidenta de MSF Internacional, Joanne Liu, en un discurso ante la ONU en Ginebra.
"Personas muy contagiosas son forzadas a regresar a sus casas, sólo para infectar a otras y continuar la propagación de este virus mortal. Todo por falta de respuesta internacional", agregó.