El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) afirmó hoy que cerca de 4.000 menores en Guinea, Liberia y Sierra Leona han perdido a uno o a ambos padres desde que comenzó la epidemia del ébola en África occidental.
UNICEF afirmó que la mayoría de los huérfanos son rechazados por sus familiares y sus comunidades, por miedo a quedar contagiados de la enfermedad.
Añadió que el estigma y el temor asociado a la dolencia están rompiendo los vínculos familiares y la cohesión social de los países afectados.
El Director regional de UNICEF para África Central y Occidental, Manuel Fontaine, afirmó que la organización busca formas nuevas y tradicionales para ofrecerle a los menores la asistencia física y emocional que necesitan, incluyendo el adiestramiento a sobrevivientes de ébola para que apoyen y cuiden a los niños que están en cuarentena en los centros de tratamiento.
“Un número creciente de niños están solos en sus casas porque hubo casos de ébola. Reciben alimentos de los vecinos, pero no mucho más. Realmente necesitamos poner en marcha un sistema, que nos permita el cuidado de estos menores”, declaró Fontaine.
La Organización Mundial de la Salud estima que un 15% de las muertes por la enfermedad en Guinea, Liberia y Sierra Leona corresponden a menores de 16 años.