El plan de respuesta al ébola está funcionando pero precisa del apoyo internacional y de un compromiso continuo para avanzar en el combate a la enfermedad.
Así lo enfatizó hoy el coordinador de la ONU para el ébola, David Nabarro, en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Nabarro aseguró que el plan implementado por la ONU y elaborado con los países afectados es adecuado y que hay señales de reducción del contagio en ciertas áreas.
Sin embargo subrayó que se debe mantener muy alta la guardia y recordó que el brote no se puede considerar terminado mientras quede un solo caso.
“Las señales tempranas de éxito son exactamente lo que esperamos ver, pero necesitamos estar seguro de que ese éxito se muestre en todos los rincones de la región. No debemos suponer que porque los números disminuyan o haya camas vacías en algunos centros de tratamiento podemos relajarnos”, apuntó.
Nabarro insistió en la importancia de que la comunidad internacional en su conjunto aporte personal de salud y los recursos financieros que hacen falta para desplegar con celeridad los equipos médicos.
La ONU estima que se necesitan 5.000 trabajadores de salud para mantener la respuesta en los próximos meses.
Precisó que el plan de respuesta tiene dos metas para el 1 de diciembre: que el 70% de los enfermos reciba tratamiento y que el 70% de los entierros sean seguros y dignos.
Con respecto a las restricciones y medidas impuestas en algunos países a quienes regresan de las zonas afectadas, el coordinador para el ébola encomió la labor loable del personal médico e hizo hincapié en que la enfermedad no se contagia a menos que la persona infectada tenga síntomas.