Los esfuerzos en España para integrar a las mujeres en la vida pública, política y económica y para erradicar la violencia doméstica se ven amenazados por políticas adoptadas después de la crisis económica que socavan el empoderamiento socio-económico de las mujeres.
Esa es la conclusión de Frances Raday, presidenta del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la discriminación contra la mujer en la legislación y la práctica, después de su primer viaje oficial al país europeo, durante el cual visitó Madrid, Málaga y Pamplona.
La experta señaló que en muchas comunidades autónomas e instituciones se han restringido las oportunidades para que las mujeres puedan conciliar su vida personal con el trabajo, obligando a muchas a regresar a sus papeles tradicionales en el hogar.
Raday también destacó que la prevalencia de la violencia de género por una pareja o ex pareja en España sigue siendo alarmante. El año pasado se reportaron casi 125.000 casos de malos tratos. En 2013, 54 mujeres fueron asesinadas por hombres violentos.
En declaraciones a radio ONU, Raday habló sobre los problemas que afrontan las mujeres para acceder a la justicia.
“Las resulta difícil conseguir órdenes de alejamiento: de las solicitudes que llegan a los tribunales solo son concedidas el 59% y las mujeres afrontan muchos apuros para lograr que a sus parejas se les retiren los derechos de visita de los niños o custodia compartida”, dijo Raday.
El grupo de trabajo de Raday presentará un informe completo con sus conclusiones y recomendaciones al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2015.