Pauline Cafferkey, la enfermera británica que el pasado domingo 28 de diciembre regresó a Escocia tras trabajar en un centro de tratamiento contra el ébola en Sierra Leona y fue diagnosticada con el virus poco después, se encuentra en estado crítico, informó este sábado (03.01.2015) el hospital Royal Free de Londres, hasta donde fue trasladada para ser sometida a tratamiento.
Cafferkey, de 39 años, es la primera persona en ser diagnosticada con el mortal virus en Gran Bretaña, luego de que se quejara de fiebre poco después de llegar a Escocia, tras pasar por Marruecos y el aeropuerto de Heathrow, en Londres. Hasta el momento, los médicos le administran un tratamiento de plasma sanguíneo de un sobreviviente del virus junto con un medicamento antiviral, que en otros casos ha tenido buenos resultados.
Según una nota de prensa publicada por el centro médico, el estado de la trabajadora sanitaria escocesa se deterioró en los últimos dos días y su vida corre peligro. La enferma es empleada del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) y trabajaba en Sierra Leona con la organización humanitaria “Save the Children”. Tras su regreso a Gran Bretaña, solamente tuvo contacto con una persona, que es monitoreada por las autoridades.
Reacciones políticas
Este mismo sábado, el primer ministro británico, David Cameron, escribió en su cuenta de Twitter que sus “pensamientos y rezos están con la enfermera Pauline Cafferkey, cuya condición es crítica”. Asimismo, el ministro británico de Sanidad, Jeremy Hunt, señaló en un breve comunicado que la sanitaria recibe el “mejor cuidado posible” y también expresó su solidaridad con “la enfermera y sus amigos en este momento difícil”.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que piensa en Cafferkey y su familia en este momento “tan angustioso” y agradeció la dedicación de los médicos que la atienden. Este es el segundo caso británico de ébola, tras el del enfermero William Pooley, que contrajo el virus el pasado agosto mientras trabajaba en Sierra Leona pero se recuperó tras ser repatriado a Londres para recibir tratamiento en el mismo hospital Royal Free.