TRÍPOLI/BUDAPEST (Reuters) - Siete personas murieron cuando un bote que trasladaba inmigrantes se hundió frente a las costas de Libia el domingo, el segundo fatal accidente que se produce en el mar en días y en momentos en que líderes europeos enfrentan problemas para hallar una política coherente en torno a la crisis de refugiados.
La guardia costera italiana dijo que unos 1.600 inmigrantes fueron rescatados del Mar Mediterráneo y trasladados a Italia durante el fin de semana, mostrando que el flujo de personas, en su mayoría de África y Oriente Medio, sigue siendo fuerte. Al menos 2.500 personas han muerto desde enero, la mayoría de ellas ahogadas en el Mediterráneo.
"Tuvimos reportes esta mañana de que hay siete cuerpos de inmigrantes ilegales que se hundieron frente a Khoms (en el este de Trípoli) (...) pero no tenemos ningún detalle sobre cuántos iban a bordo", dijo Mohamad al-Misrati, portavoz de la Red Crescent en Trípoli.
El jueves, una embarcación que transportaba inmigrantes a Italia se hundió frente a la ciudad libia de Zuwara, causando la muerte de hasta 200 personas.
La semana pasada se encontraron 71 cuerpos en un camión frigorífico en Austria, en la mayor cifra de muertos en tierra desde que el último aumento en la ola de migración comenzó hace casi dos años.
Un quinto sospechoso fue arrestado en conexión a ese incidente, dijo la policía húngara. En tanto, expertos forenses dijeron el domingo que los refugiados, que provendrían de Siria y Afganistán, probablemente murieron sofocados.
SE NECESITA MÁS SOLIDARIDAD
A medida que las víctimas aumentan, también lo hacen las críticas a las dispares leyes europeas y a las estrategias para enfrentar la llegada de inmigrantes.
Algunos gobiernos europeos han rechazado aceptar refugiados y se han resistido a las propuestas de la Unión Europea de acordar un plan común para hacer más por combatir la crisis. Otros están intensificando sus políticas de asilo y la seguridad fronteriza, a veces debido al creciente sentimiento nacionalista y contra la migración.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, acusó a los países del este de Europa, principalmente a Hungría que está construyendo una valla en su frontera para impedir el ingreso de inmigrantes, de tener una política "escandalosa" en torno a los refugiados.
Los ministros del Interior de Alemania, Francia y Gran Bretaña han convocado una reunión urgente de la UE para discutir sobre la inmigración en las próximas dos semanas.
Por su parte, Alemania dijo el domingo que Berlín y algunos otros estados de la Unión Europea no pueden seguir recibiendo una cantidad desproporcionada de refugiados y llamó a otros estados miembro a hacer más para abordar la situación.
Alemania espera que el número de inmigrantes que reciba se cuadruplique a casi 800.000 este año. Dos jefes de gobierno estatales dijeron el fin de semana que el total podría incluso alcanzar el millón de personas. Reuters