Reuters. Idomeni, Grecia. 8 de marzo. Refugiados e inmigrantes varados en la frontera entre Grecia y Macedonia prometieron permanecer en el lugar, horas después de que la Unión Europea y Turquía alcanzaran un acuerdo tentativo para detener el flujo de cientos de miles de personas que buscan escapar de las zonas de guerra en dirección a Europa.
Al menos 30 000 personas han quedado varadas en varias partes de Grecia ante la imposibilidad de seguir hacia Europa por el cierre del corredor de los Balcanes, utilizado desde que comenzó la ola migratoria hace un año.
El martes no había señales de que la situación mejorara, ya que miles de personas hacían fila en la frontera norte de Grecia a la espera de que Macedonia abriera un paso fronterizo.
La policía griega dijo que la frontera no ha sido abierta en al menos 24 horas, pero las fuertes lluvias y la declaración de los líderes de la UE de que la ruta de los Balcanes se mantiene “cerrada” no afectaban la decisión de los inmigrantes.
En una cumbre de la UE el lunes, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, dijo a líderes del bloque que Ankara está dispuesta a readmitir en el futuro a todos los inmigrantes que ingresen a Europa desde Turquía a cambio de ayuda financiera, que se aceleren las conversaciones sobre la adhesión del país al bloque y que se agilicen los viajes sin visado para sus ciudadanos.
Las personas que escapan de la guerra y la pobreza en Oriente Medio y otras regiones han llegado en masa a la Unión Europea desde inicios del 2015, la mayoría realizando el arriesgado viaje por mar desde Turquía a Grecia, para luego dirigirse al norte por los Balcanes en dirección a Alemania.