19 de mayo, 2016. La ONU celebró una ceremonia anticipada del Día Internacional del Personal de Paz, que se celebra cada 29 de mayo para homenajear a los cascos azules que trabajan en los rincones más peligrosos e inestables del planeta y para honrar la memoria de los que han perecido en el cumplimiento del deber.
El primer acto del día fue dedicado a los caídos, con una ofrenda floral a los 129 efectivos de 50 países que perdieron la vida el año pasado.
En otro momento, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon presentó por primera vez la medalla al valor excepcional, que lleva el nombre del capitán Mbaye Diagne, de Senegal, distinguido por su increíble heroísmo al servicio de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Rwanda, durante el genocidio.
“Puso su vida en peligro para rescatar a cientos de mujeres, hombres y niños. Los llevó a lugares seguros en secreto. Los escondió en su vehículo de la ONU y usó su ingenio y nervios de acero para cruzar los puestos de control y bloqueos de carreteras donde se encontraban armados los matones y asesinos”, comentó Ban.
Mbaye Diagne hizo ese trayecto decenas de veces sin ser descubierto. La medalla fue creada por el Consejo de Seguridad hace dos años para distinguir a los militares, policías y personal civil que demuestren esas cualidades ante el peligro extremo en el cumplimiento de su deber.
El capitán senegalés murió en 1994, semanas antes del final de su misión en Rwanda, por un proyectil de mortero en el camino a la sede de la misión.
La primera edición de esa medalla fue entregada a sus familiares.
Por otra parte, en la tradicional ceremonia de entrega de la Medalla Dag Hammarskjöld a los caídos, Ban destacó la inspiración que generan aquellos que prestan servicio bajo la bandera azul de las Naciones Unidas.
“El mantenimiento de la paz sigue siendo la insignia de Naciones Unidas. El número de personas que sirven en nuestras operaciones, más de 124,000, demuestran lo mucho que la comunidad internacional sigue dependiendo de los cascos azules”, subrayó.
Ban destacó que esas personas perdieron la vida haciendo un trabajo esencial en algunos de los lugares más peligrosos y difíciles de la tierra.