Dadaab, Kenia, 12 de julio, 2016 (AP). La ganadora del Nobel de la Paz Malala Yousafzai pasó el martes su cumpleaños 19 en el campamento de refugiados más grande del mundo, en Kenia, para llamar la atención sobre la crisis mundial de refugiados, en un momento en el que el lugar enfrenta presiones para que cierre después de un cuarto de siglo.
La activista educativa ha estado en contacto por Skype con un grupo de niñas del campamento de Dadaab desde el año pasado y ella tenía ganas de conocer a ese grupo y a otras personas en el lugar, explicó el portavoz de Malala, Taylor Royle.
El gobierno de Kenia ha dicho que el año que viene cerrará el campamento de Dabaab, donde viven más de 300,000 personas, en su mayoría refugiados somalíes. El gobierno alega que el campamento se ha vuelto un riesgo de seguridad. El lugar está en el este de Kenia, cerca de la frontera con Somalia.
La posibilidad de que el campamento sea cerrado trae aún más incertidumbre a los refugiados, que se enfrentan a la perspectiva de volver a una Somalia todavía plagada de conflictos. Kenia insiste en que todo retorno a Somalia será voluntario. La comunidad internacional ha instado a la cautela y ha advertido contra desalojos forzosos.
Muchos refugiados han vivido toda o la mayoría de sus vidas en Dadaab, que lleva abierto 25 años y es un amplio asentamiento de casas junto a chozas improvisadas erigidas por los recién llegados usando ramas espinosas y otros materiales.
Se espera que durante su visita Malala opine sobre lo que debe hacerse con Dadaab. Ella ganó el Premio Nobel de la Paz 2014 después de que milicianos le dispararon en 2012, cuando ella volvía a casa de la escuela en Pakistán, donde fue una firme defensora de la educación a las niñas en una cultura muy conservadora. Ella vive ahora en Gran Bretaña con su familia.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta ha dicho que las repatriaciones desde Dadaab se harán de una manera humanitaria.
El gobierno de Kenia afirma que los ataques contra el país de parte del grupo extremista somalí Al Shabab fueron planificados y facilitados en el campamento de Dadaab. Al Shabab ha llevado a cabo numerosos ataques en Kenia que han provocado decenas de muertos desde 2011, cuando Kenia desplegó tropas a Somalia contra los extremistas. Las tropas de Kenia son ahora parte de una fuerza de paz de la Unión Africana allí.
Al Shabab, que tiene vínculos con Al Qaeda, se ha comprometido a seguir atacando a Kenia.