(Reuters) - La cantidad de delitos por odio racial reportados en Estados Unidos se disparó en los 10 días posteriores al triunfo de Donald Trump en la elección presidencial, según un informe publicado el martes por un grupo de defensa de los derechos civiles.
El reporte de documenta 867 incidentes que van desde ataques a mensajes amenazantes en "graffitis", fundados en denuncias hechas al grupo o a través de medios de comunicación.
Es un incremento importante respecto a la tasa habitual de delitos de odio racial registrada en Estados Unidos, dijo el presidente del grupo, Richard Cohen.
"Lo que estamos viendo es algo bastante inusual. La gente está reportando esvásticas pintadas en vecindarios en los que han vivido por 20 años. Nunca hemos visto nada como esto", afirmó Cohen, que ha hecho un seguimiento de tres décadas a grupos que promueven el odio.
Los incidentes incluyen numerosos casos de personas que amenazan a aparentes inmigrantes con deportarlos y actos de vandalismo en los que se ridiculiza a estadounidenses negros, en muchos casos con alusiones directas a la victoria de Trump.
Los hechos se producen tras una virulenta campaña presidencial en la que el magnate inmobiliario neoyorquino prometió construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México, deportar a millones de inmigrantes indocumentados y restringir la inmigración musulmana.
Desde su triunfo, Trump ha dicho que rechaza los actos de violencia u hostigamiento y ha repudiado al movimiento nacionalista blanco de extrema derecha "Alt-right", que ha sido un férreo defensor del presidente electo.
"Lo que quisiéramos ver hacer al señor Trump es reconocer que sus propias palabras han alentado el brote de odio que estamos viendo. Se tiene que hacer responsable y dejar de pretender que está sorprendido", comentó Cohen.
Trump "debe expresarse enérgica y reiteradamente contra la intolerancia", señaló Cohen en una entrevista telefónica con Reuters. Una portavoz de la oficina de transición del presidente electo no estaba inmediatamente disponible ante un pedido de comentarios. Reuters