Washington, 1 de noviembre, 2016 (AP). Un creciente número de personas de los rincones más remotos del mundo tratan de entrar sin permiso a Estados Unidos, además de los miles de migrantes, latinoamericanos principalmente, que fueron capturados en la frontera con México en el último año, revelan cifras del Departamento de Seguridad Nacional.
El arresto de más de 8,000 personas procedentes de India, China, Rumania, Bangladesh y Nepal, entre octubre de 2015 y finales de agosto, ofrece un nuevo reto para las autoridades migratorias en Estados Unidos encargadas de identificar plenamente a los posibles inmigrantes y deportar rápidamente a aquellos que cruzan la frontera ilegalmente.
Este grupo de inmigrantes de ultramar representa una pequeña fracción de los más de 408,000 que fueron atrapados cruzando sin permiso la frontera con México en el último año, pero las detenciones sugieren un alza en el número de migrantes que optan por un complicado periplo por mar hasta Sudamérica, por tierra a través de Centroamérica y México desde donde buscan infiltrarse en Estados Unidos.
Durante décadas, México dominó el debate sobre la inmigración ilegal como el país de donde más inmigrantes llegaban sin permiso, pero en los últimos años, el número de mexicanos que trata de colarse en Estados Unidos ha disminuido.
India y China están entre los países de donde más gente proviene y que son atrapadas tratando de colarse en Estados Unidos. Hasta ahora un gran número de inmigrantes de esos dos países llegaban a Estados Unidos legalmente y se quedaban más allá de lo permitido. Ahora, algunos adoptan un enfoque totalmente distinto, el de atravesar México para tratar de colarse en Estados Unidos, porque las visas son más difíciles de conseguir.
Víctor Manjarrez, exjefe de sector de la Patrulla Fronteriza y director del Centro de Ley y Comportamiento Humano de la Universidad de Texas, en El Paso, dijo que el aumento en el número de inmigrantes que no son del continente debe ser visto como una preocupación creciente.
"Eso es muy inusual. Si fuera todavía jefe en El Paso o Tucson... estaría un poco preocupado", dijo Manjarrez. "En el gran esquema, como porcentaje, es relativamente pequeño, pero los números en bruto representan un salto histórico".
El rostro cambiante de la inmigración ilegal en la frontera con México es una pequeña parte de una tendencia más amplia de la migración mundial, donde millones de personas huyen de su país de origen, pero la llegada de tanta gente de lugares tan lejanos con lleva amplias implicaciones para la seguridad fronteriza y otros esfuerzos de control migratorio en el país.
El Departamento de Seguridad Nacional ha colocado como prioridad la captura, detención y deportación de los que se encuentran en el país ilegalmente. La mayoría de los inmigrantes mexicanos detenidos en la frontera son enviados de vuelta en cuestión de días, pero para los que vienen de más lejos, el proceso es más complicado y costoso pues los detenidos pasan más tiempo encarcelados hasta que les llegan los documentos necesarios o hasta que un juez decide su suerte.
El alza en el número de personas que vienen de continentes lejanos, combinada con el aumento en el total de cruces fronterizos en los últimos 12 meses, ha llevado a un aumento de más de 40,000 en el número de personas confinadas en centros detenciones en las semanas recientes. El presupuesto del Servicio de Inmigración y Aduanas alcanza para albergar a 34,000 detenidos y el alza reciente ha causado temores de que habrá un déficit en el presupuesto de más de 130 millones de dólares.
Gillian Christensen, vocera de esa instancia gubernamental, dijo que la agencia tiene suficiente presupuesto para "funcionar a capacidad actual" hasta el 9 de diciembre, cuando vence una resolución temporal presupuestaria. Después de eso, argumentó, el departamento sacará fondos de algún otro sector o aplicará "estrategias presupuestarias alternativas". Calificó como "común" ese posible ajusto presupuestario.
Manjarrez dijo que abundan los retos para las autoridades cuando se trata de inmigrantes de lugares extracontinentales, como por ejemplo la dificultad de hallar a alguien que hable su idioma o la saturación de la capacidad de los centros de detención.
"Mientras más lejos sea el lugar de origen de ese inmigrante, más difícil se hace conocer realmente quién es", expresó Manjarrez en referencia a la capacidad de las autoridades de identificar correctamente a los migrantes.
Maureen Meyer, directora del programa en México de la Washington Office on Latin America, dijo que al parecer muchos migrantes llegan a México desde Sudamérica, principalmente Brasil, donde es más fácil obtener una visa. El destino la mayoría de las veces, añadió, es Estados Unidos.