Washington, oct (EFE).- El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, expresó hoy su "preocupación" al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas birmanas, Min Aung Hlaing, por la crisis humanitaria a que ha sido sometida la minoría musulmana rohinyá.
En una llamada telefónica, Tillerson "instó a las fuerzas de seguridad birmanas a apoyar al Gobierno para acabar con la violencia en el estado de Rakáin y permitir un retorno seguro a sus casas de los desplazados durante la crisis", informó en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
También "instó a los militares a facilitar ayuda humanitaria a las personas desplazadas, a permitir el acceso a los medios de comunicación y a cooperar con Naciones Unidas para permitir una investigación exhaustiva e independiente de todas las denuncias de abusos y violaciones de los derechos humanos, y garantizar así la rendición de cuentas".
En torno a 600.000 miembros de la minoría rohinyá, que Birmania no reconoce como ciudadanos, han huido desde su país hacia Bangladesh en los últimos dos meses, cuando se produjo una escalada de la violencia contra ellos.
La crisis se agudizó el pasado 25 de agosto, tras un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en Rakáin, al que el Ejército birmano respondió con una campaña de represión que aún continúa.
Tillerson también condenó ese ataque en su conversación telefónica con Min Aung Hlaing.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha calificado esa respuesta como "limpieza étnica de manual" contra la minoría rohinyá.
Esta misma semana, el Departamento de Estado ya anunció que está considerando sanciones contra Birmania, especialmente contra su aparato militar, por las violaciones de derechos humanos en esta crisis humanitaria. EFE