GINEBRA (Reuters) - Las crisis humanitarias alrededor del mundo empeorarán el próximo año, predijo un centro de estudios en un informe publicado el jueves, que mostró que en algunas regiones continuarán las guerras civiles, los riesgos de hambrunas y la amenaza de violencia por parte de islamistas extremistas.
El informe de ACAPS, una organización sin fines de lucro con sede en Ginebra que respalda a trabajadores que prestan ayuda humanitaria en 150 países, analizó las necesidades previstas de 18 países en 2018 y encontró pocos motivos para estar optimistas.
”Si 2017 no se vio bien, las predicciones para 2018 no son mejores: es probable que la violencia y la inseguridad se deterioren en Afganistán, la República Democrática del Congo, Libia, Etiopía, Malí, Somalia y Siria el próximo año”, dijo el director de ACAPS, Lars Peter Nissen, en el informe.
El próximo año, Etiopía se unirá a Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen como lugares en riesgo de hambruna, dijo el
informe, titulado “Perspectiva general humanitaria: un análisis de las crisis clave en 2018”.
En lugar de traer estabilidad, se espera que la perspectiva de elecciones en Afganistán, Irak, Libia, Sudán del Sur y Venezuela exacerben las tensiones y alimenten la violencia.
El extremismo islámico también seguirá causando muertes y
conflictos, según el informe.
A pesar de la derrota de Estado Islámico en sus principales bastiones en Irak, se espera que el grupo yihadista continúe realizando ataques improvisados en todo el país para desestabilizar al gobierno, al tiempo que seguirá ganando fuerza y recursos en el sur de Libia.
También se espera que grupos armados islamistas se aprovechen del retiro de las tropas gubernamentales del centro de Malí, sumando nuevos reclutas y ganando mayor influencia, mientras que en Afganistán los talibanes consolidarán sus bastiones rurales y aumentarán la producción de opio para impulsar la financiación de grupos armados. acaps