DACA (Reuters) - El Papa Francisco dio fin el sábado a una gira diplomáticamente compleja por Asia, donde pidió perdón a los refugiados musulmanes rohinyá en Bangladés “en nombre” de sus persecutores tras su controversial decisión de no referirse directamente a ellos durante su visita a Myanmar.
Al cierre de sus tres días a Bangladés, donde llegó tras estar en Myanmar -de mayoría budista-, el Papa visitó una casa en Daca fundada por la madre Teresa de Calcuta para huérfanos, madres solteras y ancianos desamparados.
Posteriormente, en un discurso a cerca de 7.000 jóvenes católicos, musulmanes y seguidores de otras religiones, el Papa habló sobre acoger y aceptar a aquellos que “actúan y piensa de forma distinta a uno”.
“Cuando un pueblo, una religión o una sociedad se convierte en un ‘pequeño mundo’ (...) se hunde en una mentalidad hipócrita de ‘yo soy bueno y tú eres malo’”, dijo Francisco en el Notre Dame College. El Papa pidió además a sus oyentes que no pasaran “todo el día jugando con sus teléfonos e ignorando al mundo alrededor”.
El viernes por la noche, el pontífice habló con representantes de otros credos, en la que tuvo un encuentro con refugiados de Myanmar y en la que usó el término “rohinyá” por primera vez en la gira, diciendo que ellos también tenían a Dios en sus corazones y que se les debía respetar. También les pidió perdón en nombre de aquellos que los persiguen.
Previamente en Myanmar, Francisco siguió la recomendación de representantes de la iglesia católica en el país, que dijeron que el uso del término “rohinyá” para referirse a los refugiados musulmanes que huyeron de la violencia sufrida en esa nación podía generar persecución contra los cristianos del lugar y afectar el frágil camino a la democracia.
Eso decepcionó a grupos de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional, que dijo que las “fuerzas de seguridad estaban realizando una campaña sistemática (...) de violencia contra la población rohinyá”. El ejército de Myanmar niega esas acusaciones.
Myanmar no reconoce a los apátridas rohinyá como un grupo étnico con identidad propia y los consideran inmigrantes ilegales de Bangladés. Reuters