El gobierno francés de Emmanuel Macron presentó un nuevo plan para luchar contra la radicalización yihadista que prevé la creación de pabellones dedicados exclusivamente a los detenidos radicalizados para evitar un "efecto de contagio".
"La radicalización islamista amenaza a nuestra sociedad", declaró el primer ministro francés, Edouard Philippe (Foto), durante la presentación del llamado "plan nacional de prevención de la radicalización", que incluye 60 medidas.
La lucha contra la radicalización es una prioridad nacional en Francia desde los atentados yihadistas de 2015, que marcaron el inicio de una oleada de ataques que ya ha dejado 241 muertos y cientos de heridos.
Philippe anunció la creación de 1.500 plazas "en pabellones aislados" para los detenidos radicalizados con el objetivo de evitar que radicalicen a otros presos, un fenómeno que preocupa a los expertos.
"Las estrategias proselitistas" observadas en prisión "legitiman" la creación de estos lugares dentro de las centros penitenciarios, donde serán encarcelados los prisioneros radicalizados en grupos de entre 15 y 20 personas, señaló una fuente carcelaria.
Los reos deberán seguir además un programa de prevención contra la radicalización durante tres a cinco meses, impartido por educadores y psicólogos.
- Estructuras específicas para los 'peces gordos' -
Los yihadistas más peligrosos serán agrupados en pabellones especiales en dos cárceles francesas, Vendin-le-Vieil y Condé-sur-Sarthe, tomando como modelo la cárcel de Lille-Annoeullin, que cuenta actualmente 19 detenidos.
Estos lugares serán destinados exclusivamente a los "peces gordos", líderes yihadistas y proselitistas que "no queremos que contagien al resto de los reos", explicó una fuente penitenciaria. El objetivo será ponerlos en grupos de 25.
"Será como una prisión dentro de la prisión", con un importante nivel de vigilancia y seguimiento individual, agregó la misma fuente.
Francia cuenta actualmente 70.000 detenidos en todo el país. Entre ellos 512 están entre las rejas por terrorismo y se han identificado a 1.139 presos de derecho común como "radicalizados" islamistas.
- Próximo retorno de yihadistas -
"Debemos atacar este problema desde la raíz", había declarado en octubre Emmanuel Macron, durante el anuncio de este plan, el tercero de este tipo presentado en Francia desde 2014.
Este tema cobró fuerza a principios de año tras un movimiento social de guardianes penitenciarios que denunciaban los problemas de la gestión de detenidos radicalizados en cárceles sobrepobladas.
La huelga, que duró varios días, fue desencadenada tras la agresión de tres vigilantes por parte de un preso yihadista.
La lucha contra la radicalización ha cobrado además relevancia en momentos en que Francia aguarda el regreso próximo de Siria e Irak de varios de sus ciudadanos que combatieron junto a islamistas.
En total, 323 personas, incluyendo 68 menores, han retornado a Francia y alrededor de 1.180, entre ellos 500 niños, siguen en las zonas de Irak y Siria controladas por los yihadistas, según cifras oficiales publicadas este viernes.
El plan prevé, entre otros, la creación de una formación específica del personal que se ocupará de estos menores, a menudo reclutados por la organización yihadista Estado Islámico (EI).
El primer ministro francés hizo énfasis en la situación de estos jóvenes que tendrán "un acompañamiento de largo plazo", incluyendo psicológico, "para favorecer su reinserción".