KINSHASA, 17 mayo (Reuters) - Funcionarios de Naciones Unidas y autoridades congoleñas buscaban evitar que un brote de ébola se salga de control, desplegando logística para mantener refrigeradas las vacunas recién llegadas al país, que requieren bajos niveles de temperatura en una región húmeda del ecuador con fuentes de energía poco fiables.
El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier, dijo el jueves que el organismo de la ONU convocará a una reunión de su Comité de Emergencia el viernes para evaluar los riesgos internacionales.
Esta es la novena epidemia de ébola en la República Democrática del Congo desde que la enfermedad fue identificada en la década de 1970, pero también es más alarmante por el riesgo de transmisión a través del transporte habitual por río a la capital Kinshasa, una ciudad de 10 millones de habitantes.
Ya se han registrado 44 casos supuestos, probables o confirmados de ébola, y 23 personas han muerto. Potencialmente, lo más preocupante es un caso confirmado en Mbandaka, una ciudad de aproximadamente un millón de habitantes conectada con Kinshasa por el río Congo.
“Esto cambia la forma cómo debemos responder”, dijo Peter Salama, jefe del programa de emergencia médica de la OMS a Reuters TV en Ginebra. “De la noche a la mañana, Mbandaka se ha convertido en la prioridad número uno para evitar que este brote se salga de control”.
Los otros casos de ébola se extendieron a través de sitios en áreas remotas donde la enfermedad podría no viajar rápidamente.
Esta semana llegó al país una vacuna experimental pero altamente eficaz, que será aplicada primero a los trabajadores de salud, la cual requiere ser conservada a -80 grados Celsius en una región cálida y húmeda donde las temperaturas durante el día rondan los 30 grados.
“Por ahora, la cadena de frío está garantizada a -80 grados hasta Kinshasa”, dijo a Reuters el ministro de Salud, Oly Ilunga. “Hay un frigorífico que se preparará (el jueves) ... en Mbandaka y que estará a -80 grados”, añadió Ilunga en referencia a la localidad que es epicentro del actual brote. Reuters