NASHVILLE, Tennessee, EE.UU. (AP) — El secretario de Justicia Jeff Sessions dijo el martes que no le angustia la redada efectuada el mes pasado en una planta procesadora de carne en Tennessee en la que 97 trabajadores inmigrantes fueron arrestados.
Los defensores de los trabajadores dijeron que las declaraciones de Sessions vertidas durante una conferencia indican que está “desconectado” de lo sucedido tras la redada del 5 de abril en la Planta Southeastern Provision, en Bean Station, Tennessee, porque el lugar continúa funcionando y ninguno de los beneficiados de la labor de los trabajadores enfrenta acusaciones.
“Nadie debe sacar ventaja en este país teniendo un gran número de trabajadores ilegales”, declaró Sessions en referencia a los operadores de la planta. “No siento pena por ellos. No te beneficias de estar en este país y buscas en otras partes del mundo la mano de obra más barata. Esa no es una buena política para este país”.
La consecuencia inmediata de la redada fue que 160 niños se quedaron sin alguno de sus padres, dijo Stephanie Teatro, codirectora ejecutiva de la Coalición de los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados en Tennessee. Funcionarios escolares dijeron que la redada causó tanto temor en la comunidad que 500 menores ya no fueron a la escuela.
“Es evidente que él está desconectado de lo sucedido en la redada, porque el empleador es de las únicas personas que no ha pagado ningún precio por lo ocurrido”, declaró Teatro. “El dueño de la planta no ha sido arrestado ni enfrenta cargos y la planta continúa funcionando”.
El presidente de Southeastern Provision, James Brantley, guarda hermetismo a recomendación de su abogado, según una mujer que contestó el teléfono de la compañía y se rehusó a identificarse. La mujer reconoció que la empresa continuaba funcionando.
Agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, de Seguridad Nacional, de la División de Investigaciones Penales del Servicio Interno de Impuestos y la Patrulla de Caminos de Tennessee participaron en la redada. El Servicio Interno de Impuestos (IRS por sus siglas en inglés) afirmó en una declaración jurada que el gobierno cree que la compañía y sus propietarios han evadido impuestos y empleado inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
Las 97 personas arrestadas enfrentan la deportación, dijeron autoridades federales de inmigración. De ellas, 11 quedaron bajo arresto por cargos penales federales o estatales, según las autoridades. Del resto, algunas fueron dejadas en libertad bajo fianza en lo que se definen sus procesos de deportación y docenas continúan detenidas en Luisiana, dijo Teatro.
El portavoz del ICE, Bryan Cox, dijo que no había nada nuevo que pudiera informar sobre los arrestos y que las preguntas sobre futuros cargos penales deben hacerse a los fiscales federales.
Una portavoz de la fiscalía federal en el Distrito Este de Tennessee no respondió de momento a un correo electrónico ni una llamada para que hiciera declaraciones. AP