WASHINGTON (AP) — Las personas que se acogen al seguro médico estatal Medicare compran menos medicinas recetadas que antes, pero de todos modos gastan mucho más en ellas, según un informe del gobierno.
La oficina del inspector general de Salud y Servicios Humanos dice que en un reciente período de cinco años hubo una merma del 17% en la cantidad de recetas presentadas bajo el programa “Part D” de Medicare.
Pero los pacientes gastaron más dinero en medicinas. Del 2011 al 2015, sus gastos subieron un 40%, de 161 dólares promedio en el 2011 a 225. La información del 2011 al 2015 es la más reciente disponible.
“El aumento de los precios de medicinas de marca hizo que Medicare y sus beneficiarios pagasen más por ellas”, señala el informe. Pronostica que esos aumentos “seguirán afectando al programa Part D y a sus beneficiarios por años”.
Si bien las medicinas nuevas que cuestan 100.000 dólares al año acaparan los titulares, el informe destaca que el problema más persistente para los beneficiarios de Medicare es el alto costo de medicinas de uso frecuente para condiciones crónicas como la diabetes. Los pacientes debieron pagar más dinero por insulina, pastillas para el colesterol e inhaladores para el asma.
El costo de las medicinas de uso frecuente “tiene un impacto directo en los beneficiarios de Medicare y en el acceso que pueden tener a las medicinas recetadas que necesitan para mantenerse saludables”, dijo Ann Maxwell, subinspectora general, en una entrevista. “Esto tiene un impacto directo inmediato en su calidad de vida y en su salud”.
La información empleada en el informe es anterior a la llegada del gobierno de Donald Trump, pero sus conclusiones encajan con la visión que tiene el gobierno del problema. El secretario del departamento de Salud y Servicios Humanos Alex Azar dice que dos de los principales temas a resolver son el alto costo de las medicinas y la cantidad de dinero que debe pagar el paciente de su bolsillo, sobre todo los beneficiarios de Medicare.
El gobierno ha propuesta una serie de medidas para alentar la competencia, examinar la forma en que las empresas farmacéuticas fijan los precios y corregir prácticas de la industria y el gobierno que se dice suben artificialmente los precios.
La fijación de precios es un tema complejo y no está claro cuánto tiempo necesitará el gobierno para fijar pautas ni qué impacto tendrán sus propuestas.
Trump parece querer que se haga algo de inmediato. Hace poco dio a entender que las empresas farmacéuticas anunciarán pronto “rebajas de precios voluntarias y masivas”. No trascendieron detalles.
Unos 43 millones de beneficiarios de Medicare tienen planes que cubren los costos de las medicinas bajo el programa Part D, según la Fundación de la Familia Kaiser, un organismo independiente. Las primas varían mucho y promediaron 41 dólares mensuales este año. Este beneficio es subsidiado por los contribuyentes y administrado a través de aseguradoras privadas.
Inicialmente se dijo que el programa alentaba el consumo de medicinas genéricas, pero en los últimos años el gasto se aceleró. Las encuestas rutinariamente revelan que la gente está alarmada por los costos de las medicinas y quiere que el gobierno haga algo.
Las empresas farmacéuticas afirman que sus precios reflejan los costos de producir nuevas medicinas y de gestionar la aprobación del gobierno, un proceso que toma años e involucra investigación, experimentación y ensayos. EEUU