Ginebra, 1 jun (EFE).- La lucha contra las enfermedades crónicas no transmisibles debería ser una prioridad mundial, por ello es acuciante revertir la falta de voluntad política y encontrar la financiación con la que dotar planes de acción urgentes y a largo plazo.
Este es el mensaje que hoy transmitió hoy la comisión de alto nivel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre enfermedades no transmisibles, creada en febrero para redactar un informe de evaluación y recomendaciones.
"Las metas son ambiciosas, las demandas son muchas y los recursos pocos, pero que 40 millones de personas mueran por estas enfermedades cada año, más que en dos guerras mundiales, es dramático", denunció el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, presidente también de esta comisión.
"Si vamos a esperar que la condiciones objetivas sean óptimas nunca haremos nada", agregó.
Vázquez defenderá ante sus homólogos reunidos en la Asamblea General de Naciones Unidas la necesidad imperante de asumir personalmente el rol de luchar para atajar el flagelo de las enfermedades no transmisibles.
"Es urgente atajar esta epidemia, espero que mis colegas reunidos en Nueva York lo entiendan y tomen las riendas del problema", afirmó Vázquez en rueda de prensa.
Precisamente, en el marco de la Asamblea habrá una reunión de alto nivel para discutir sobre este asunto.
Según la OMS, cada año, siete de cada diez muertes en el mundo son causadas por una enfermedad no transmisible, y más de 15 millones de personas de entre 30 y 70 años fallecen prematuramente a causa de una de estas patologías.
Los países con ingresos medios o bajos están cada vez más afectados, y en ellos se produce la mitad de las muertes prematuras.
"De poco sirve que unos avancen y el resto no. La sociedad es un ser vivo y si una parte está enferma, lo está toda la sociedad", sostuvo Vázquez.
El consumo de tabaco y de alcohol, la obesidad, las dietas poco saludables e inactividad física son los principales factores de riesgo en este tipo de dolencias.
La demencia es una de las diez principales causas de muerte en el mundo, y casi 800.000 personas se suicidan anualmente.
Una de las primeras constataciones es que si no hay un cambio de rumbo radical, no se logrará la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir en un tercio las muertes prematuras por las enfermedades no transmisibles.
"Sino redoblamos esfuerzos ahora, lamentablemente no lograremos las metas", lamentó el presidente uruguayo.
Otra es que si bien se han escrito muchos planes nacionales, pocos se han implementado, sobre todo por falta de financiación.
Un ejemplo es que los 78 países más pobres del mundo podrían salvar 8 millones de vidas de ahora a 2030 si invirtieran 1,27 dólares por ciudadano anualmente en prevención y tratamiento de enfermedades crónicas, según un informe de la OMS.
Además, si implementaran esta inversión, los países en desarrollo podrían ahorrarse hasta 350.000 millones de dólares en el mismo periodo.
El informe constata que muchas vidas podrían salvarse con un diagnóstico más temprano y una mejora del acceso al tratamiento.
Para lograrlo, la comisión recomienda que los jefes de Estado y de Gobierno asuman la responsabilidad de la lucha contra estas enfermedades en lugar de delegarla en los ministros de Salud, en aras a implementar medidas transversales.
Además, la comisión recomienda desarrollar un nuevo paradigma económico para financiar las acciones de lucha contra las enfermedades crónicas.
Los comisionados, no obstante, no lograron alcanzar el acuerdo en denunciar abiertamente como factores directos de estas enfermedades a las bebidas azucaradas, cuando sí que señalaron al tabaco o al alcohol.
"Tal vez nunca lograremos erradicar esta epidemia (de las enfermedades no transmisibles), pero siempre podremos avanzar un poco más, no es una quimera", concluyó Vázquez. Sociedad