LONDRES (Fundación Thomson Reuters) - Una cuarta parte de los centros de salud del mundo carecen de servicios básicos de agua, lo que afecta a unos 2.000 millones de personas, dijo el miércoles Naciones Unidas, que advirtió que las condiciones antihigiénicas podrían alentar un aumento de superbacterias letales.
En los países más pobres, la mitad de las instalaciones no cuentan con servicios básicos de agua, es decir, agua suministrada por tuberías o pozos que estén protegidos de heces, lo que pone especialmente en peligro a madres y recién nacidos, según el informe.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dijeron que más de 1 millón de muertes al año estaban asociadas con nacimientos en condiciones antihigiénicas y que el 15 por ciento de los pacientes que asistían a un centro de salud desarrollaban infecciones.
“Los hospitales no son necesariamente puntos de atención donde se puede curar, sino puntos de peligro de infección. (Estamos) muy alarmados por esto”, dijo el coordinador de salud pública de la OMS, Bruce Gordon, en una conferencia de prensa en Ginebra.
En el mundo, casi 900 millones de personas no tienen agua en sus instalaciones de salud locales o tienen que usar pozos o manantiales no protegidos. Una de cada cinco instalaciones también carece de inodoros, lo que afecta a cerca de 1.500 millones de personas, dijeron las agencias.
Uno de los objetivos de desarrollo acordados por los líderes mundiales en 2015 era que todos tuvieran acceso a agua potable y sanitarios para el 2030.
“Un centro de atención sin agua no es realmente un centro de atención sanitaria”, dijo Tom Staymaker de UNICEF.
“Las personas enfermas arrojan muchos más agentes patógenos en sus heces y, sin inodoros, el personal y los pacientes, y aquí se incluyen las madres y los bebés, tienen un riesgo mucho mayor de enfermedades causadas y propagadas a través de los desechos humanos”, añadió.
Según las agencias, tener buenos servicios de agua y saneamiento era crucial para reducir la propagación de la resistencia a los antimicrobianos, una de las mayores amenazas mundiales para la salud.
La organización benéfica internacional WaterAid dijo que se habían vinculado las crecientes tasas de superbacterias con malas condiciones sanitarias en los establecimientos de salud que llevan a un uso excesivo y desaconsejable de antibióticos.
Helen Hamilton, analista de políticas de WaterAid, dijo que los datos revelaron las “a menudo deplorables condiciones” en las que los trabajadores de salud intentaban ayudar a los pacientes.
“La batalla para salvar vidas, y para frenar el aumento de las mortíferas superbacterias que nos amenazan a todos, no se puede ganar mientras se nieguen a estos empleados de primera línea... los fundamentos de la atención médica”, dijo.
Hamilton instó a los gobiernos a priorizar el tema cuando se reúnan en la Asamblea Mundial de la Salud del próximo mes en Ginebra. Reuters