WASHINGTON (AP) — Reviviendo un tema muy polémico en el que el Congreso y el gobierno están empantanados, la Casa Blanca emprendió el martes un nuevo intento de modificar el sistema nacional de inmigración al que el presidente Donald Trump ha criticado una y otra vez.
Aunque intentos previos no han conseguido el apoyo necesario, Trump invitó a una decena de senadores republicanos a la Casa Blanca a fin de examinar un plan, impulsado por Jared Kushner, asesor sénior y yerno del mandatario.
La iniciativa es resultado de un enfoque nuevo y más metódico de un gobierno al que a menudo caracterizan las órdenes ejecutivas y tuits que el mandatario escribe con premura. El equipo de Kushner ha incorporado a funcionarios con experiencia en la elaboración de proyectos de ley provenientes de diversas agencias, como el Departamento de Seguridad Nacional, para que ayuden a elaborar la propuesta.
Sin embargo, la aprobación en el Congreso enfrenta una lucha cuesta arriba. Los demócratas sin duda rechazarán enérgicamente partes del plan.
Kushner esbozó dos ideas principales:
— Una iniciativa de seguridad fronteriza centrada en parte en modernizar los puestos de ingreso para garantizar la revisión de personas, vehículos y paquetes con escáner.
— Un segundo conjunto de propuestas de inmigración que crearía un sistema más “basado en el mérito” que dé preferencia a quienes tengan habilidades laborales y no a los parientes de los inmigrantes que ya están en el país.
De acuerdo con el plan, que no abarca categorías de visa temporal como las de jornaleros, se autorizará el ingreso en el país al mismo número de inmigrantes, pero su composición podría cambiar.
La Casa Blanca también está trabajando con el senador Lindsey Graham en una iniciativa adicional que abordaría el sistema de asilo de la nación, con el fin de contener el flujo de migrantes que cruzan la frontera, según un alto funcionario del gobierno que solicitó el anonimato para esbozar el plan.
Se trata del intento más reciente de la Casa Blanca de Trump para obligar al Congreso a cambiar las leyes de inmigración que, a decir el mandatario, han comprometido desde hace mucho tiempo la seguridad nacional y deprimen los salarios de los trabajadores por permitir que demasiados inmigrantes compitan por los empleos. Sin embargo, Trump también ha dicho que el país necesita más trabajadores gracias a los avances económicos y que las personas preparadas y calificadas deberían poder quedarse y laborar, en especial las que se hayan graduado de universidades estadounidenses.
Aunque Trump había rechazado una versión previa de la propuesta de Kushner, al que pidió que integrara más medidas para la seguridad fronteriza, el alto funcionario dijo a la prensa después de la reunión del martes que el mandatario avaló la iniciativa la semana pasada y que debía considerársele ahora “el plan del presidente Trump”.
La Casa Blanca busca ahora opiniones y el apoyo de los legisladores republicanos.
El funcionario declinó precisar cuándo serían revelados más detalles o cómo intentaría la Casa Blanca conseguir el apoyo de los demócratas, que todavía no están informados del plan.
Varios senadores republicanos que asistieron a la reunión elogiaron la iniciativa.
David Perdue dijo que Trump estaba “desarrollando una plataforma de inmigración a la que él podría apoyar”. AP