miércoles, 15 de mayo de 2019

Políticos, líderes tecnología buscan frenar violencia online

PARÍS (AP) — Transmisión en vivo de actos terroristas. El uso de redes sociales para difundir el odio racial. La manipulación de videos prohibidos para poder seguir publicándolos online.

Gobernantes de varios países y jefes de empresas tecnológicas se reunían el miércoles en París para buscar formas de poner fin a todo esto. Durante la jornada trabajarán en la “Llamada Christchurch”, que lleva el nombre de la ciudad neocelandesa donde un extremista mató a 51 personas en un ataque a mezquitas que transmitió en vivo a través de Facebook.

El agresor transmitió los ataques en vivo por Facebook, y la red social en vísperas de la reunión anunció medidas para “poner límites al uso de nuestros servicios para causar daños o difundir el odio”.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, elogió la promesa de Facebook de vedar a ciertos usuarios de Facebook Live e invertir 7,5 millones de dólares en investigación para frustrar los intentos de usuarios de evitar la detección.

Dijo que ella misma, a su pesar, vio el video de los ataques en Christchurch cuando aparecieron automáticamente en su Facebook.

“Queda mucho por hacer, pero me complace que Facebook haya tomado medidas adicionales hoy... y anticipo una colaboración a largo plazo para volver las redes sociales más seguras”, dijo en un comunicado.

Ardern cumple un papel central en las reuniones de París, que califica de “punto de partida” significativo para realizar cambios en la política del gobierno y la industria tecnológica.

Twitter, Google, Microsoft y varias compañías más también están presentes en la reunión, además de líderes de Gran Bretaña, Francia, Canadá, Irlanda, Senegal, Indonesia, Jordania y la Unión Europea.

Responsables de Facebook dijeron que respaldan la idea del proyecto pero que habrá que negociar los detalles para que sean aceptables para todas las partes.

Los defensores de la libertad de expresión y algunos directivos de la industria tecnológica rechazan las nuevas restricciones y sostienen que la violencia extremista es un problema social que el mundo tecnológico no puede resolver.

Ardern y el anfitrión de la reunión del miércoles, el presidente francés Emmanuel Macron, insisten que se requieren esfuerzos conjuntos por parte de los gobiernos y los gigantes de la tecnología. Francia ha sufrido varios ataques de islamistas violentos que utilizan las redes sociales para reclutar gente y difundir imágenes.

En declaraciones a la prensa antes de las reuniones, Ardern dijo que “desde luego, habrá quienes presionarán para asegurarse de que mantienen la sensibilidad comercial. No queremos conocer sus secretos comerciales, pero sí debemos conocer cómo el uso de algoritmos impacta a nuestras sociedades”.

Destacó la importancia de conocer el “lenguaje cifrado” que usan los extremistas para evitar la detección.

Antes del ataque en Christchurch, dijo, los gobiernos aplicaban “un enfoque tradicional de cara al terrorismo que no siempre hubiera detectado la forma de terrorismo que conoció Nueva Zelanda el 15 de marzo, que fue la supremacía blanca”. AP