El reciente comentario de Donald Trump sobre la posibilidad de que inyectarse desinfectante pueda combatir el nuevo coronavirus es el más reciente de una larga lista de comentarios y acciones del presidente estadounidense que van en contra de la ciencia convencional.
Se ha opuesto al consejo científico y médico, como observar un eclipse sin protección; ha dicho que el cambio climático es un engaño y que los generadores eólicos de electricidad causan cáncer.
Ha alterado mapas con marcadores para respaldar afirmaciones erradas sobre la ruta amenazante de un huracán. Ahora algunos de los tratamientos que Trump menciona para el coronavirus van contra de los consejos médicos aceptados. Un científico que ha asesorado a gobiernos republicanos y demócratas dijo una vez que le daría a Trump una calificación reprobatoria si el presidente fuera su alumno.
En 2017, cuando estaba por ocurrir un eclipse solar, los astrónomos y los oculistas advirtieron con insistencia que no se debía mirar directamente al sol sin protección. Hubo fotos mostrando a Trump haciéndolo de todos modos. Luego se puso gafas protectoras.
Durante décadas, los científicos han calificado el cambio climático como un problema apremiante, mostrando los datos, la física y la química. Hasta hace poco Trump decía regularmente que el cambio climático era sólo un engaño .
También ha afirmado que el ruido que hacen las turbinas eólicas, a las que se refiere como molinos de viento, causa cáncer, lo que es inexacto. También ha dicho que el ejercicio reduce la cantidad finita de energía que tiene el cuerpo, al contrario de lo que dicen los médicos, que el ejercicio es fundamental para tener buena salud.
Cuando el año pasado el huracán Dorian se acercaba a las costas de Estados Unidos, Trump sostenía que el meteoro amenazaba el estado de Alabama. Quiso defender su argumento al grado de mostrar un mapa meteorológico oficial alterado con un marcador para extender las áreas de peligro. Los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional de Alabama tuvieron que publicar tuits para tranquilizar a los residentes preocupados de que no estaban en el camino del huracán. El jefe de la agencia los regañó.
El jueves, Trump planteó la idea de usar inyecciones de desinfectante para combatir el coronavirus, algo que las autoridades de salud advirtieron que sería peligroso. Más tarde, el presidente afirmó que sólo estaba siendo sarcástico, aunque la transcripción de sus comentarios indica lo contrario. Trump también sugirió que la luz ultravioleta —o usar luz dentro del cuerpo— podría ser una posible medida preventiva, contrario al consejo científico.
El viernes, cuando el número de muertes registradas en Estados Unidos superó la marca de 50.000, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) emitió una alerta sobre los peligros del uso de un medicamento contra el paludismo que Trump ha promovido repetidamente para pacientes con coronavirus.
Cuando se le preguntó qué clase de calificación le daría a Trump en ciencias, M. Granger Morgan, profesor de ingeniería y política de la Universidad Carnegie Mellon y quien ha asesorado a gobiernos pasados, respondió rápidamente que con una “F”, la calificación mínima en el sistema académico de Estados Unidos, equivalente a un “cero” en otros países.
“Cuando él dice esas cosas (sobre la inyección), definitivamente es un peligro para la gente, porque algunas personas podrían hacerlo”, dijo el físico Steven Chu, ganador del Premio Nobel, quien fue secretario de Energía durante el gobierno de Barack Obama. “Esto no es ciencia. Esto es otra cosa”.
“Nuestro presidente ciertamente tiene una gran confianza en sus creencias”, dijo Chu, presidente de la junta de la American Association for the Advancement of Science (Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, AAAS, la sociedad científica más grande del mundo). “Los científicos siempre prueban sus creencias todo el tiempo. Eso es parte del tejido de la ciencia”.
Trump parece colocar la ciencia, la medicina y los estudios controlados al mismo nivel de los rumores y las anécdotas, opinó Sudip Parikh, un bioquímico que es director ejecutivo de la AAAS.
Mezclar ambas cosas cuando habla en público es “terrible para la comunicación”, dijo Parikh. Confunde y confunde a la gente, agregó.
Tanto Morgan como Chu dijeron que los comentarios de Trump sobre los desinfectantes y la luz ultravioleta podrían terminar perjudicando a las personas que no escuchan a los médicos. Recordaron un caso en Arizona, donde una pareja malinterpretó la promoción de Trump de un medicamento contra el paludismo y el uso indebido de productos químicos relacionados; uno de ellos murió. La FDA emitió una advertencia el viernes debido a informes de efectos secundarios peligrosos y muertes por el uso de medicamentos contra el paludismo durante tratamientos de prueba. AP