Con el fin de prevenir diferentes formas de acoso y
violencia escolar denominado bullying, la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, que preside el Doctor Raúl Plascencia Villanueva, incrementó sus
acciones de capacitación de alumnos, sus familiares, docentes y autoridades
educativas en todo el país.
Durante los últimos cuatro años, la CNDH ha logrado
instruir a miles de personas concientizándoles para evitar el violento fenómeno
que constituye un grave problema en la convivencia escolar de niñas, niños y
jóvenes.
A través de la Campaña para Abatir y Eliminar la
Violencia Escolar, la CNDH imparte cursos especiales, de manera separada, para
estudiantes, maestros y padres de familia; instrucción que abarca las causas,
consecuencias y formas de prevención.
Esta práctica va desde la agresión física, psicológica
o emocional, hasta el maltrato sexual y violencia cibernética, que de forma
reiterada puede llegar a excluir socialmente a los afectados.
Las dimensiones y el grave daño que causa son
desconocidos para la sociedad y la población escolar que la sufre, aunque
diferentes estudios señalan que el bullying se está expandiendo y arraigando.
De acuerdo a estudios de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar a
nivel internacional con mayores casos de bullying en el nivel secundaria.
Indica que 40.24%, de estudiantes de 6º grado de
primaria declararon haber sido víctimas de robo; 25.35%, insultados o
amenazados; 16.72%, golpeados y 44.47%, haber atravesado por algún episodio de
violencia.
Destaca que un 11% de los estudiantes mexicanos de
primaria han robado o amenazado a algún compañero, mientras que en secundaria
ese porcentaje alcanza a poco más del 7%.
Estudios realizados por autoridades educativas del
país señalan que el 43.2% del personal docente encuestado (324 directores/as y
mil 485 maestros/as) afirman haber detectado casos de bullying.
Algunas encuestas como la de ENADIS 2010, señala
que el 12.7% de las niñas y niños respondieron que sus compañeros les habían
pegado alguna vez en los meses previos a la entrevista; por sexo los
porcentajes varían, ya que en las niñas el porcentaje fue de 11.5%, mientras
que esta situación se presentó en 13.7% de los niños.
Para la CNDH, el combate frontal a este fenómeno
requiere de un efectivo sistema de información sobre las dimensiones reales de
este problema y el grado de violencia ejercida en las escuelas entre
estudiantes. Sostiene que al permitir que continúe tal situación se está
atentando contra el derecho a la educación y a la integridad física y
psicológica de la infancia y la adolescencia.
Para erradicar el bullying se debe fortalecer una
política escolar integral que involucre tanto al personal docente, como a
directivos, administradores, padres y madres de familia, tutores y estudiantes.
Exhorta a hablar abiertamente en clase sobre el
tema, para reflexionar, y sensibilizarse de las consecuencias que genera este
problema, desde la detección, identificación y prevención.
Propone auxiliar al alumnado en habilidades
sociales y psicológicas, en la comunicación, manejo de emociones y trabajo
cooperativo; buscar que los espacios escolares sean seguros, con vigilancia y
supervisión cercana y constante, desde el patio de recreo, cafetería, baños,
pasillos, hasta jardines y los alrededores.
También impulsar la cultura de la denuncia, apoyar a los
estudiantes poniéndoles atención y escuchándolos, para proceder a las sanciones
establecidas y dar seguimiento a cada caso en particular hasta sus últimas
consecuencias.