Con la presencia de académicas, estudiantes, dirigentas sociales y sindicales,
funcionarias internacionales, de gobierno y organizaciones de mujeres, se
presentó en agosto pasado en Chile el Informe Regional sobre Trabajo Decente e Igualdad deGénero: "Políticas para mejorar el acceso y calidad del empleo de lasmujeres en América Latina y el Caribe".
Este documento fue realizado en forma conjunta por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Comisión Económica para
América Latina y El Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres.
El Director Regional Adjunto para la Coordinación de Políticas
y programas de la OIT, Guillermo Miranda, destacó que cerca del 40% de la
población de la región latinoamericana está gobernada por mujeres. "Esta
feminización de las presidencias en América Latina es un logro democrático muy
importante; un cambio cultural muy significativo y ello nos invita a redoblar
los esfuerzos para que la temática de igualdad de género se incorpore
activamente en las agendas pública y privada".
La Directora Regional de ONU Mujeres, Moni Pizani, explicó
que "el principal objetivo del informe es formular recomendaciones de
política pública que promuevan el acceso igualitario de hombres y mujeres a las
oportunidades de empleo decente y que contribuyan a la igualdad de género y el
empoderamiento económico de las mujeres".
Mujeres trabajadoras rurales y agrícolas
Las mujeres de la región son un elemento esencial en la
producción de alimentos. Su contribución a la seguridad alimentaria con sus
actividades como trabajadoras agrícolas o no agrícolas- asalariadas, por cuenta
propia o no remuneradas es clave.
La brecha de género representa un costo real para la
sociedad en términos de producción agrícola, seguridad alimentaria y
crecimiento económico. Si las productoras agrícolas tuvieran las mismas
condiciones que los hombres, sería posible alimentar en el mundo a 150 millones
de personas más en el mundo.
La estructura productiva no crea suficientes empleos de
buena calidad para las mujeres rurales, fuertemente ligadas a los patrones
tradicionales de género. Su aporte a la economía campesina es poco reconocido y
su acceso a la propiedad de la tierra limitado.
Soledad Parada, especialista de la FAO, comentó que las
mujeres rurales se ocupan de la agricultura en condiciones de alta precariedad:
como trabajadoras por cuenta propia y familiares no remuneradas en proporciones
superiores al 50%.
"El número de mujeres incorporadas al trabajo agrícola
asalariado es creciente en los últimos años; pero esta integración laboral
tiene un carácter intermitente y a menudo es en empleos precarios y mal
remunerados", añadió.
Trabajo decente y mujer en la región
La presentación de los contenidos del Informe Regional
estuvo a cargo de la consultora de la OIT, Solange Sanches Do Prado, quien
planteó la necesidad de incorporar la dimensión de género en el debate sobre
las estrategias de desarrollo, dado que el empleo y las condiciones de vida de
las mujeres son variables clave para el desarrollo equitativo y sostenible de
América Latina y el Caribe.
"La superación de los problemas que afectan a las mujeres
requiere caminar en la dirección de sociedades más inclusivas e igualitarias.
Para eso, es necesario invertir en la construcción de la igualdad de género,
donde la autonomía económica de las mujeres juega un papel fundamental",
señaló la experta.
Esta autonomía se construye con la generación de trabajo
decente para las mujeres, con protección social y sistemas para el cuidado,
incorporando el trabajo productivo y el reproductivo y el ejercicio de los
derechos de las mujeres, añadió.
La consultora sostuvo que "el desarrollo económico de
los países constituye una condición fundamental pero insuficiente para la
promoción de la igualdad. Los países necesitan avanzar hacia un desarrollo
incluyente y sostenible, donde la dimensión de género esté manifiesta desde el
comienzo".
Particularidades de las mujeres trabajadoras
La economista y Directora de Estudios de Comunidad Mujer,
Andrea Bentancor, se refirió a la revisión macroeconómica de las principales
estadísticas laborales de la región incluida en el Informe Regional y afirmó
que "las mujeres debemos participar en la discusión de modelos de
desarrollo y también en la discusión sobre la política tributaria, la política
fiscal y de la distribución del gasto y los presupuestos".
Por su parte, la Presidenta de la Central Unitaria de
Trabajadores (CUT) de Chile, Bárbara Figueroa, relevó que el Informe Regional
se constituye en una guía para apoyar el diseño, la implementación y evaluación
de políticas de empleo para la igualdad de género, con un énfasis muy
particular en políticas públicas participativas.
Nota en el sitio de la FAO
http://www.rlc.fao.org/es/prensa/noticias/informe-de-organismos-onu-enfatiza-que-sin-la-generacion-de-trabajo-decente-para-las-mujeres-no-habra-igualdad-de-genero-en-la-region/
Nota en el sitio de la FAO
http://www.rlc.fao.org/es/prensa/noticias/informe-de-organismos-onu-enfatiza-que-sin-la-generacion-de-trabajo-decente-para-las-mujeres-no-habra-igualdad-de-genero-en-la-region/