La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, expresó hoy preocupación por el arresto en China de numerosos activistas de la sociedad civil, periodistas y abogados pocos días antes de que se cumplan 25 años de las protestas en la Plaza Tiananmen.
En un comunicado señaló que, presuntamente, decenas de individuos han sido detenidos por las autoridades chinas a medida que se aproxima ese aniversario, el 4 de junio, y que algunas personas han sido arrestadas bajo la acusación de “crear disturbios”, por participar en discusiones privadas sobre esos acontecimientos.
Pillay urgió la liberación inmediata de las personas detenidas por ejercer el derecho de libertad de expresión.
Al referirse a informaciones que indican que el gobierno chino está poniendo restricciones a las redes sociales, la prensa tradicional y al uso de Internet en general, la Alta Comisionada sostuvo que más que “reprimir los intentos por conmemorar esos eventos, las autoridades deben alentar y facilitar el diálogo y la discusión, como un vehículo para superar el legado del pasado”
A pesar del paso del tiempo, Pillay consideró que es importante la celebración de un proceso que conduzca a la verdad sobre lo sucedido.
“Aún se desconocen muchas cosas sobre lo ocurrido los días 3 y 4 de junio de 1989.
La jefa de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, pidió el martes a China que revele la verdad sobre la violenta represión militar contra las manifestaciones prodemocráticas que tuvieron lugar hace 25 años en la Plaza Tiananmen de Pekín.
La funcionaria de la ONU también instó a las autoridades chinas a liberar a decenas de personas que han sido arrestadas en los días previos al aniversario que se celebra el 4 de junio, y a dejar de bloquear los debates en internet sobre el tema.
"Es para bien de todos establecer finalmente los hechos que rodearon a los incidentes en Tiananmen", dijo Pillay, ex jueza de Sudáfrica y miembro de la Corte Penal Internacional.
Ante la falta de una investigación fáctica independiente, mucho sigue sin saberse sobre lo que sucedió realmente, y las estimaciones de cuántos manifestantes -en su mayoría estudiantes y trabajadores- murieron van desde cientos a miles, agregó.
Las familias de muchos de los muertos aún esperan una explicación sobre lo que le sucedió a sus seres queridos.
Desde la aparición de las protestas en el corazón de Pekín que duraron semanas, y que continuaron durante una visita del reformista soviético Mikhail Gorbachev y se extendieron a otras ciudades del país, China ha intentado borrar el episodio de su historia.
Si bien el Gobierno chino ha mantenido el silencio en cada aniversario, Pillay dijo que era muy importante establecer un proceso de búsqueda de la verdad.
"En lugar de reprimir los intentos por conmemorar los eventos de 1989, las autoridades deberían alentar y facilitar el diálogo y el debate como una forma de superar el legado del pasado", declaró en un comunicado desde su oficina en Ginebra.
"Aprender de los episodios del pasado no disminuirá los avances de los últimos 25 años, sino que mostrará cómo China ha progresado en asegurar que los derechos humanos sean respetados y protegidos", agregó.
Previamente el martes, China defendió la represión de 1989, al señalar que había elegido el camino correcto por el bien del pueblo.
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