DAKAR (Reuters) - El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas necesita recaudar 70 millones de dólares para alimentar a 1,3 millones de personas en riesgo debido a la escasez en áreas en cuarentena por el ébola en África occidental, dijo su directora regional. La directora regional del PMA en África occidental, Denise Brown, dijo que la organización entrega actualmente alimentos a alrededor de 150.000 personas en países afectados por el brote de ébola, pero que necesita aumentar rápidamente ese número en la medida en que avanza la peor epidemia registrada del virus.
Senegal se convirtió el viernes en el quinto país en confirmar que había sido afectado por el brote que ha infectado a más de 3.000 personas y que ha matado a cerca de 1.550 desde que fue detecado en marzo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el jueves que el brote podría infectar a un total de 20.000 personas antes de que termine.
Guinea, Liberia y Sierra Leona han prometido que establecerán un "control sanitario" a las comunidades más afectadas de su región fronteriza conjunta, con restricciones de viajes y, por tanto, la limitación del acceso a suministros de alimentos.
Brown advirtió que los recursos de la agencia ya se agotan debido a grandes crisis humanitarias en Siria, Irak, Sudán del Sur y la República Centroafricana.
"Creo que el mundo nunca había visto tantas crisis concurrentes en una escala tan grande", comentó.
Brown dijo que el PMA comenzó a distribuir alimentos en Guinea hace cerca de cuatro meses y más recientemente en Liberia y Sierra Leona, entregando más que nada alimentos a secciones de aislamiento en hospitales, para luego aumentar gradualmente la magnitud de la misión.
Las restricciones de viajes impuestas por países africanos vecinos, particularmente Senegal, ha hecho más difícil llevar a personal y suministros a la región afectada, sostuvo Brown.
En tanto, multitudes cantaron y bailaron en las calles de un barrio costero de Liberia el sábado después de que el Gobierno levantó medidas de cuarentena que había aplicado para contener la propagación del ébola.
Los residentes del empobrecido distrito de West Point en Monrovia fueron aislados del resto de la capital a mediados de agosto después de que una multitud atacó un centro para el tratamiento del ébola en esa localidad y permitieron que los enfermos escaparan.
La cuarentena provocó protestas y fuerzas de seguridad respondieron con gas lacrimógeno y balas, dando muerte a un adolescente. Pero el sábado por la mañana, la comunidad despertó y descubrió que los soldados y las barricadas ya no estaban.
Liberia, donde se han registrado las mayores tasas de infección, planea construir cinco nuevos centros de tratamiento del ébola, cada uno con una capacidad de 100 camas, dijeron el sábado funcionarios gubernamentales y de salud.