El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó hoy una resolución en la que expresa su determinación a tomar las medidas apropiadas para garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios, del personal de las Naciones Unidas y de otras agencias asociadas.
Además, insta a todas las partes involucradas en conflictos armados a permitir el acceso pleno y sin trabas del personal humanitario a todas las personas necesitadas.
También pide a los Estados que velen para que los crímenes contra el personal humanitario no queden sin castigo y que sus autores rindan cuentas ante la justicia.
El representante de Reino Unido, Mark Lyall Grant, presidente de turno del Consejo, resaltó en una declaración a la prensa la posición unánime de los quince miembros de ese órgano en esta cuestión.
“Es la primera resolución sobre este asunto desde el ataque en 2003 a la sede de la ONU en Bagdad. La adopción de esta resolución muestra la unidad del Consejo en ese tema vital de proteger a aquellos que desarrollan labores humanitarias que salvan vidas”, señaló Grant.
Agregó que esta decisión se ha tomado en un momento en que aumentan las amenazas a trabajadores humanitarios y subrayó que 79 de ellos perdieron la vida este año.
En la resolución se señala que los ataques al personal humanitario son considerados crímenes de guerra y el Consejo expresa su enérgica condena de toda forma de violencia o intimidación contra esas personas.
Ese órgano decisorio reafirma además que todo el personal humanitario, de la ONU y de otras agencias asociadas, deben observar y respetar las leyes del país en que operan.
También expresó su disposición a asegurar que los mandatos de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, cuando proceda, contribuyen a lograr un entorno seguro para realizar las labores asistenciales que se requieran.
La titular de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Valerie Amos, acogió con beneplácito la adopción de esta resolución, poco más de una semana después de conmemorarse el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
“La seguridad de los trabajadores humanitarios es una condición previa fundamental para una acción humanitaria efectiva”, señaló Amos en un comunicado y agregó que con demasiada frecuencia esa tarea está en riesgo por amenazas y ataques.
Recordó que el pasado año hubo 155 muertes entre el personal humanitario, 171 trabajadores resultaron heridos y 134 fueron secuestrados, lo que constituyen las cifras más elevadas registradas hasta ahora.
“Una forma de empezar a revertir esa tendencia es garantizando que se rinden cuentas y se procesa a los responsables. La resolución de hoy es un paso adelante importante para lograr eso y proveer la protección más básica a los civiles atrapados en conflictos”, resaltó Amos.