Las delegaciones que participan en la conferencia sobre el cambio climático extendieron las negociaciones debido a varias discrepancias.
Entre las numerosas discrepancias que surgieron durante las negociaciones realizadas en Lima en el marco de la COP20, al menos hubo una luz este sábado (13.12.2014): el acuerdo alcanzado por las delegaciones, que se comprometieron a fortalecer las políticas de sensibilización y educación sobre el medio ambiente, una tarea que recaerá en los ministros del Ambiente de cada país.
El ministro del Ambiente de Colombia, Gabriel Vallejo López, anunció la decisión durante una reunión de subgrupos dentro de la conferencia y felicitó a las partes por apoyar la propuesta de la delegación de su país. La idea es que cada gobierno aplique mecanismos destinados a educar a la población en materia medioambiental, de forma tal de sensibilizarlos con respecto a la crisis climática.
La reunión debió haber terminado el viernes, pero la falta de acuerdo en la elaboración del documento final que servirá de base para la COP21 (Conferencia de las Partes) de París, en 2015, obligó a extender las deliberaciones. Esto “pone en juego” la propia Convención de Cambio Climático de la ONU, advirtió el enviado especial para el tema del gobierno de Estados Unidos, Todd Stern, quien intervino luego de que una veintena de países se negaran a aceptar el último texto consensuado.
Línea roja
Entre las discrepancias más visibles se encuentra la objeción de China a que sus promesas de emisión de gases sean inspeccionadas internacionalmente. El gigante asiático y Estados Unidos son responsables del 40 por ciento de los gases que provocan el efecto invernadero. Washington se había comprometido a reducir en un 28 por ciento sus emisiones hasta 2025, pero China se comprometió a hacerlo a partir de 2030. La poca credibilidad del régimen chino hizo que se propusiera una fiscalización internacional, algo que Pekín rechaza.
Asimismo, hay fuertes diferencias sobre las medidas que deben adoptar los países que más contaminan, en comparación con los menos desarrollados. Las objeciones hicieron que se convocara a un nuevo plenario, en el que abundaron los oradores. Tras ser escuchados todos, el ministro de Medio Ambiente de Perú y presidente de la COP20, Manuel Pulgar, anunció que se reunirá con todos los bloques participantes, tras lo cual él y sus copresidentes, el indio Kishan Kumarsingh y el alemán Artur Runge Metzger, redactarán un documento que ya no será objeto de discusión.
“Podremos caminar hacia una respuesta positiva a ello (la redacción de un borrador consensuado), ayudémonos todos a encontrar esta respuesta y cerrar esta COP20 y CMP10 de manera exitosa, no estamos muy lejos de ello. Se trata de, justamente, plantear estas líneas rojas, que sean en función a ellas las que traigan las soluciones. No es momento de propuestas, es momento de soluciones”, señaló Pulgar.