AKAR, Senegal / GINEBRA / NUEVA YORK, - Unos 16.600 niños han perdido a uno o a ambos progenitores, o a sus cuidadores más directos, a causa del ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona, aunque menos del 3% de ellos no están con sus familiares cercanos o en centros de atención comunitaria en estos momentos, según las estimaciones de UNICEF.
"Tras vencer sus prejuicios y miedos iniciales sobre el ébola, las familias han mostrado un apoyo increíble, cuidando y protegiendo a los niños cuyos padres han fallecido", señaló el director regional de UNICEF para África Occidental y Central, Manuel Fontaine. "Esto demuestra la fortaleza de los lazos familiares y la extraordinaria resiliencia (capacidad de resistencia) de las comunidades en un momento de grandes dificultades", agregó.
A mediados de enero, cerca de 3.600 niños habían perdido a ambos progenitores a causa del ébola en los tres países, mientras que 16.600 estaban registrados como que habían perdido a uno o a ambos progenitores, o a sus cuidadores principal (otro que no sus padres biológicos).
UNICEF ha estado ayudando a identificar a los niños sin padres o cuidadores y proporcionándoles atención y protección de forma inmediata, ya sea a través de los miembros de la familia extendida, miembros de la comunidad o familias de acogida. En Guinea, por ejemplo, los 773 niños que perdieron a ambos padres se encuentran con sus familias ampliadas.
Los niños y las familias que cuidan de ellos reciben dinero en efectivo y apoyo material, se les ayuda en el acceso a la escuela, y se les asesora para contribuir a su bienestar emocional y psicológico. Además, realizar un seguimiento de los niños que están con sus nuevas familias es un aspecto fundamental, ya que los niños pueden mostrarse emocionalmente vulnerables mientras lloran la pérdida de sus seres queridos.
Los niños no acompañados que puedan haber mantenido contacto físico con una persona con ébola ingresan en un centro de atención comunitaria, donde están en observación durante 21 días, el período máximo de incubación del virus. En los tres países, el número total de niños en este estado ha superado los 250; más del 90% de ellos han pasado al cuidado de miembros de su familia extendida poco después del período de cuarentena.
UNICEF también ha desarrollado una red de supervivientes de ébola que han estado jugando un importante papel en el apoyo a los niños afectados. Debido a que han desarrollado un nivel de resistencia a la enfermedad, los supervivientes pueden interactuar físicamente con los niños que se encuentran bajo observación, dándoles un ‘contacto’ que de otra forma no recibirían.
La identificación de los niños más vulnerables y la prestación de servicios ha sido uno de los múltiples desafíos que han surgido en la respuesta a la crisis del ébola en una región donde el bienestar social y la protección infantil ya eran débiles antes del estallido del brote.
"A medida que los países afectados por el ébola se encaminan hacia la recuperación, debemos aprovechar la oportunidad para mejorar los servicios de protección infantil para todos los niños vulnerables", afirmó Fontaine. "Tenemos la oportunidad de hacer frente a otras formas de vulnerabilidad que existían antes de la crisis del ébola, como el matrimonio precoz, el trabajo infantil, la violencia sexual y la explotación”, añadió.