NUEVA YORK (Thomson Reuters Foundation) - En un mundo de políticas basadas en datos, existe un grupo en la sociedad que, según los investigadores, apenas cuenta con registros y que está en riesgo de quedarse fuera de servicios y recursos cruciales: las mujeres mayores.
Muchos datos internacionales, entre ellos sobre salud, empleo, activos y violencia doméstica, parecen respaldar la visión anecdótica de que las mujeres se vuelven invisibles al llegar a la mediana edad. Los datos establecen un comienzo a los 15 años y un abrupto final a los 49.
Los expertos consideran que esto se debe a la importancia que se da a las mujeres en edad reproductiva, a las suposiciones sobre el limitado papel económico de las mujeres mayores y a la discriminación por edad, que pasa por alto la sexualidad y la violencia en la vida de las mujeres de más edad.
Grupos activistas que presionan para que sea más extensa la recopilación de datos consideran que se están haciendo progresos muy lentos y limitados en las encuestas para rastrear el estatus de las personas mayores, tanto hombres como mujeres.
"El hecho de que el mundo está envejeciendo, y envejeciendo muy rápido es algo que ya no podemos permitirnos ignorar", dijo a Thomson Reuters Foundation Cailin Crockett, asistenta especial para política de género y derechos de los mayores en el Departamento de Salud de Estados Unidos.
Ya existen más de 850 millones de personas en todo el mundo mayores de 60 años, un número que se cree que podría alcanzar los 1.000 millones en los próximos diez años, y los 2.000 millones en 2050, aumentando un 22 por ciento la población mundial, según los datos del Fondo de Población de la ONU.
Las mujeres, que tienden a vivir más que los hombres, representarán la mayoría de este sector. En 2050, la ONU proyecta que habrá 85 hombres por cada 100 mujeres mayores de 60 años, y 61 varones por cada 100 féminas mayores de 80.
GRAN DESPLIEGUE DE RECURSOS
Crockett dijo que añadir a las personas de más edad a las investigaciones no será fácil. "Supondrá una extraordinaria cantidad de dinero para desplegar los recursos y el capital humano que se necesita para expandir las encuestas", añadió.
Existen investigaciones, como las que registran la violencia de género en zonas de conflictos, que acaban en el sector de mujeres de 49 años, aunque el problema en sí no acaba ahí, dijo Bethany Brown, directora de política de la organización HelpAge USA.
"Los datos de prevalencia del VIH también se detienen en los 49 años. Es una locura. ¿Cómo podemos pensar en alcanzar esos planes globales para erradicar la infección del VIH si tenemos a un gran grupo que ni siquiera está siendo investigado", dijo Brown.
Hasta ahora, los progresos que se han hecho en lograr que las mujeres -y hombres- de más edad estén incluidos en los datos de investigación han sido lentos.
En 2013, HelpAge International y la Universidad británica de Southampton lanzaron Global AgeWatch Index, que rastrea el estatus de hombres y mujeres de más de 60 años en 96 países en términos de seguridad de ingresos, servicios sanitarios, educación, empleo y apoyo social.
Como dijo Kate Bunting, CEO de HelpAge USA, el mes pasado en la Comisión de la ONU sobre el estatus de la mujer, existe una "necesidad crítica de obtener datos para asegurarnos de que las mujeres mayores dejan de ser invisibles, para hacer que cuenten".