El Senado de California aprobó el viernes (11.09.2015) una ley que permitirá que los enfermos terminales reciban ayuda médica para morir. La propuesta ABX2 15 fue aprobada el miércoles en la Asamblea estatal con los votos a favor de 43 parlamentarios y en contra de 34, y el viernes cosechó 23 votos a favor y 14 en contra en el Senado californiano.
La ABX2 15 fue presentada en agosto en la Asamblea por la legisladora demócrata Susan Talamantes Eggman, quien elaboró el texto en colaboración con los responsables de una iniciativa similar rechazada anteriormente, los senadores demócratas Bill Monning y Lois Wolk. "Nos encontramos hoy en la ocasión de garantizar un deseo que yo no pude dar a mi madre", indicó durante la sesión la senadora Hannah-Beth Jackson, cuya madre falleció tras largo tiempo de sufrimiento a causa de la leucemia.
La aprobación de la ley depende ahora del gobernador del Estado, Jerry Brown. Brown tendrá que firmar la ley para que entre en vigor, pero el gobernador demócrata ha mantenido en secreto su posición al respecto hasta ahora. La ley contempla que para que se pueda poner fin a la vida de su paciente dos médicos tienen que confirmar que al enfermo le quedan como máximo seis meses de vida.
El movimiento a favor de la muerte asistida, que autoriza al personal sanitario a proporcionar a enfermos terminales una medicación que ayude a poner fin a sus vidas, cobró un nuevo impulso tras el caso de Brittany Maynard en noviembre de 2014. Maynard, una joven enfermera de 29 años, se tuvo que mudar de California a Oregón, donde está reconocido el derecho a una muerte asistida, para lograr la atención médica que necesitaba para morir.
La mujer había sido diagnosticada con cáncer cerebral ese mismo año y se encontraba en una fase terminal de la enfermedad. La ley "Muerte con Dignidad" ayuda a morir a 70 personas al año en Oregón, donde está vigente desde 1997. Esa misma legislación existe en el estado de Washington desde 2008 y Vermont la aprobó el año pasado. Los defensores de la medida esperan que California, en el oeste de Estados Unidos, se convierta en una especie de punto de inflexión que permita lo que denominan una "muerte de digna" para los enfermos terminales. La decisión del Senado se tomó tras una semana de debates. Los opositores a la ley argumentan que favorece a los familiares u otros interesados en la muerte de los enfermos terminales. También grupos religiosos se opusieron a la iniciativa.