Aldo Malavasi, vicedirector general de la OIEA |
Como parte de la iniciativa, que va dirigida específicamente América Latina y el Caribe, se anunció un presupuesto de 2.5 millones de dólares para financiar asistencia en una treintena de países de la región en los próximos cuatro años.
El proyecto permitirá controlar mejor la población del mosquito transmisor del Zika, el Aedes, y ofrecerá equipos para la detección del virus así como del dengue o la chikungunya, enfermedades transmitidas por el mismo vector y extendidas en la región.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud informó que constituye una prioridad el desarrollo de una vacuna para combatir la enfermedad.
Al concluir un encuentro de tres días de clínicos, epidemiólogos y representantes de la industria farmacéutica internacionales, adoptaron una plataforma para acelerar el desarrollo de la vacuna.
En declaraciones a la prensa, la directora adjunta de la OMS, Marie-Paule Kieny, afirmó que 67 compañías y centros de investigación trabajan en este empeño y que cerca de la mitad laboran en la búsquedas de productos para el diagnóstico.
“En estos momentos el desarrollo de vacunas está aún en una etapa temprana y los candidatos más avanzados no podrán utilizarse en exámenes clínicos en humanos, por lo que es posible que estas estén listas tarde para el actual brote del virus en América Latina”, dijo.
La alta funcionaria añadió que una vez desarrollado el medicamento se administrará de manera prioritaria a las embarazadas y a las mujeres en edad fértil.