Ciudad del Vaticano, 12 de septiembre, 2016 (Reuters). Los obispos católicos recién ordenados serán entrenados para enfrentar el abuso a menores por un grupo en el que también participarán las víctimas, como parte de los esfuerzos del Papa Francisco para erradicar la violencia sexual.
La medida, que fue anunciada el lunes, representa un gran paso para el panel de clérigos y laicos, incluidas mujeres, los que en su mayoría tiene poca experiencia previa en el Vaticano. El grupo ha enfrentado dificultades para ser aceptado plenamente dentro de la estructura de poder de la iglesia.
La decisión de recurrir a la experiencia de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores fue tomada luego que un monseñor francés que enseñaba a obispos recién ordenados cursos sobre cómo ser nuevos líderes en la iglesia, generó conmoción al decirles que no necesariamente tenían que reportar los abusos sexuales a menores a las autoridades civiles.
Los comentarios de monseñor Tony Anatrella fueron reprochados más tarde por el presidente de la comisión, el cardenal Sean O'Malley de Boston, quien dijo que los obispos tenían "la responsabilidad moral y ética" de hacerlo.
El escándalo mundial por los abusos sexuales de sacerdotes se hizo público por primera vez en Boston en 2001, cuando se reveló que a quienes eran descubiertos se les trasladaba de parroquia en lugar de informar a la policía.
Francisco ha comparado el abuso a menores por parte de sacerdotes al culto al diablo y prometió "tolerancia cero" y estableció la comisión en 2014, un año después de asumir como pontífice, para asesorarlo sobre cómo erradicar el abuso sexual de la iglesia.
Pero algunos miembros de la comisión han reclamado por la lentitud de los cambios en el Vaticano.
Peter Saunders, fundador de la Asociación Nacional Británica para Personas Abusadas en la Infancia y que fue abusado por dos sacerdotes cuando era niño, pidió a la comisión que vaya más allá de su mandato consultivo y se refiera a casos específicos.