WASHINGTON/MCALLEN, EEUU (Reuters) - El Ejército de Estados Unidos recibió la solicitud de que se prepare para albergar a 20.000 niños, dijeron el jueves funcionarios, mientras los esfuerzos del presidente Donald Trump por revertir una política de separar a las familias de inmigrantes ilegales se vieron afectados por la confusión.
Si bien no se ha tomado una decisión, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por su sigla en inglés) ya evaluó tres bases militares en Texas y revisaría otra en Arkansas, dijo la portavoz del Pentágono Dana White.
Ella dijo que el HHS le pidió al Pentágono “determinar sus capacidades para proporcionar hasta 20.000 camas temporales para niños extranjeros no acompañados” en instalaciones militares.
White no dio más detalles y no está claro cuántos de los niños que podrían ser enviados a las bases ya están detenidos en otras instalaciones.
Trump y su Gobierno han enfrentado duras críticas en las últimas semanas por separar a más de 2.300 niños de sus familias con el fin de enjuiciar a sus padres por haber cruzado ilegalmente la frontera.
Videos de menores separados de sus padres y sentados en jaulas, junto a una cinta de audio donde se escuchaban niños llorando, desataron la ira mundial hacia la iniciativa de “cero tolerancia” de Trump.
La feroz crítica obligó al mandatario republicano a dar marcha atrás y firmar un decreto el miércoles para mantener juntas a las familias detenidas durante los procedimientos de inmigración.
Pero aún no estaba claro el jueves por la noche cómo y cuándo esos niños se reunirían con sus padres, y dónde serían retenidas las familias mientras los padres enfrentan acusaciones penales.
Tampoco está claro si el Gobierno seguirá llevando adelante los procesos judiciales contra las personas atrapadas cruzando la frontera de manera ilegal.
Si bien los fiscales dijeron que no están desechando casos, algunas audiencias del jueves no se realizaron según lo programado. En McAllen (Texas) defensores públicos dijeron a 17 inmigrantes que representan que sus casos no avanzarían por el momento.
Antes de que un avión de deportación partiera hacia Honduras desde Texas el jueves, funcionarios estadounidenses preguntaron quién tenía niños detenidos en Estados Unidos y los cuatro que levantaron la mano no fueron puestos en el vuelo, dijeron a Reuters deportados que llegaron al país centroamericano.
La primera dama, Melania Trump, voló el jueves a Texas para visitar a los niños desplazados por la crisis de inmigración.
Pero la chaqueta de color verde oliva que llevaba cuando abordó el avión que la llevó de Washington a Texas, con el mensaje “REALMENTE NO ME IMPORTA, ¿A TÍ?” escrito en la parte posterior, pareció minar el mensaje de compasión.
La Casa Blanca respondió a las críticas diciendo que no había un mensaje oculto. “Es una chaqueta”, dijo Stephanie Grisham, la portavoz de Melania Trump, y agregó que “después de la importante visita de hoy a Texas, espero que los medios no elijan concentrarse en su vestuario”.
El presidente dijo, sin embargo, que el mensaje fue dirigido a los medios de comunicación, a los que denominó “Medios de Noticias Falsas”.
Mike Coffman, un republicano en la Cámara de Representantes, pidió el jueves a Trump que despida al principal asesor de la Casa Blanca, Stephen Miller, quien ha presionado por un enfoque de línea dura sobre la inmigración.
“Este es un desastre de derechos humanos. Le corresponde al presidente limpiarlo y despedir a las personas responsables de hacerlo”, expresó Coffman. Reuters