PARÍS (AP) — Catherine Norris Trent, una británica que reside en París desde el 2007, no se confía. Si bien la Unión Europea asegura que los británicos que vivan en Francia podrán permanecer aquí si su país se sale del bloque, ella se apuró a sacar la ciudadanía francesa por temor a verse obligada a dejar a su esposo y sus hijos franceses.
“Brexit sin duda incidió e hizo que me apresurase”, comentó Norris Trent, periodista televisiva de 38 años que es una de aproximadamente 150.000 británicos que se cree viven en Francia. “No quiero que mi familia sea separada. Sería algo aterrador”.
En una espectacular ceremonia de naturalización de una hora llevada a cabo la semana pasada, Norris Trent dejó sus temores en la puerta de ingreso al monumental Panteón de París, donde están enterradas figuras literarias francesas del calibre de Victor Hugo, Jean-Jacques Rousseau y Emile Zola.
Los nuevos ciudadanos fueron recibidos por un coro de niños que entonaron el himno francés “La Marsellesa” junto a una estatua de Marianne, el símbolo nacional. Vieron una cinta que explicaba los valores nacionales franceses, como el secularismo, el respeto por la diversidad cultural y la igualdad de género.
Recibieron certificados de nacimiento franceses, transcripciones de fragmentos de la constitución francesa y una carta firmada por el presidente Emmanuel Macron diciendo que “Francia se siente orgullosa y feliz de darles la bienvenida”.
A cientos de kilómetros, en Bruselas, la primera ministra británica Theresa May trataba de averiguar si los 27 miembros restantes de la UE aceptarían demorar la salida de Gran Bretaña, pautada hace dos años para el 29 de marzo.
Los parlamentarios británicos, no obstante, se niegan a aprobar un acuerdo con los términos de la salida y de las futuras relaciones negociados por el gobierno de May con la UE, generando el temor de una partida “sin acuerdo” que podría derivar en escasez de alimentos y medicinas, congestionamientos de las carreteras, aeropuertos y puertos como consecuencia de nuevos controles y alterar las vidas de los expatriados que viven en Europa.
Los líderes europeos se niegan prolongar la fecha de salida hasta el 30 de junio, como solicitó May. Dijeron que podrían esperar hasta el 22 de mayo si la primera ministra convence al Parlamento de que apruebe el acuerdo, que ya rechazó en dos ocasiones.
Si persiste la negativa, los británicos tendrán hasta el 12 de abril para decidir si se van de la UE sin un acuerdo o toman medidas radicalmente diferentes, como por ejemplo revocar la decisión de partir.
“Ya no reconozco la retórica del Reino Unido. No quiero cerrarle la puerta al proyecto europeo”, dijo Norris Trent. “Quiero proteger a mi familia del populismo y del cierre de fronteras”.
El Ministerio del Interior de Francia dijo que 3.173 ciudadanos británicos se hicieron franceses en el 2017, ocho veces la cantidad que se naturalizó el año previo. Las cifras del 2018 no están disponibles todavía.
Francia tiene sus propios problemas, desde ya, incluida la discriminación de residentes de origen extranjero a pesar de que defiende el principio de igualdad. El día que Norris Trent se hizo ciudadana, el primer ministro francés Edouard Philippe habló en otra ceremonia de naturalización sobre el aumento del antisemitismo.
El Panteón es usado para las ceremonias de naturalización desde el 2017. El monumento, una antigua iglesia del siglo 18 que ha pasado a ser un famoso mausoleo, tiene un fuerte valor simbólico.
Allí están enterradas numerosas figuras extranjeras que se naturalizaron francesas, incluida la científica polaca Marie Curie. Norris Trent cree que las autoridades francesas eligieron ese sitio para impresionar a los nuevos ciudadanos con el esplendor y la historia inclusiva de su patria adoptiva.
“Qué lugar tan maravilloso para hacerte francesa. Es mucho mejor que un edificio municipal pequeño”, expresó Norris Trent. “Te sientes realmente privilegiada. Es una estrategia inteligente”. Brexit