Nueva York, 26 mar (EFE).- El condado de Rockland, a las afueras de la ciudad de Nueva York, prohibirá a partir de mañana que los menores de 18 años que no estén vacunados de sarampión puedan estar en espacios públicos, en respuesta a un fuerte brote de esta enfermedad en la zona.
La decisión, anunciada este martes por las autoridades locales, es parte de la declaración del estado de emergencia que han decretado después de que se hayan confirmado alrededor de 150 casos de sarampión en este condado de algo más de 300.000 habitantes.
La gran mayoría de los contagiados son menores y el brote ha afectado especialmente a comunidades de judíos ultraortodoxos, en las que las tasas de vacunación suelen ser inferiores.
La declaración de emergencia se extenderá por ahora por un periodo de 30 días.
"Esta es una crisis de salud pública y es momento de dar la señal de alarma", señaló en una conferencia de prensa el jefe del Ejecutivo del condado, Ed Day.
Según Day, es la primera vez que esta medida se lleva a cabo en Estados Unidos y las autoridades esperan que sirva para que los padres de niños no vacunados entiendan la necesidad de hacerlo.
El responsable del condado dijo que las autoridades no van a estar persiguiendo a personas por las calles, sino que esperan que los ciudadanos cumplan con la orden.
De incumplirla, se exponen a una falta leve, con pequeñas penas de cárcel y multas, aunque insistió en que no se buscan castigos, sino que haya una reacción para detener el brote.
Preguntado por los periodistas, Day aseguró que los líderes de las comunidades ultraortodoxas están cooperando y dijo que los rabinos han hecho llamamientos públicos para insistir en que no hay excepciones religiosas a las vacunaciones.
Estados Unidos declaró en el año 2000 que el sarampión había sido eliminado en el país, pero desde entonces ha habido diferentes brotes.
En lo que va de año, se han confirmado en EE.UU. 314 casos en 15 estados, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
En 2018 hubo en total 17 brotes, los más importantes en Nueva York y Nueva Jersey, principalmente entre miembros de comunidades judías ultraortodoxas que no habían sido vacunados. EFE USA