viernes, 20 de marzo de 2020

Aumenta presión sobre Trump ante alarma de hospitales por desabasto de material y equipo médico

WASHINGTON (AP) — Insistiendo en que el gobierno federal no es el “encargado de las compras”, el presidente Donald Trump llamó el jueves a los estados a hacer más para garantizar su abastecimiento de mascarillas, respiradores y suministros cruciales para realizar análisis conforme aumenta la presión sobre los hospitales que pasan problemas para lidiar con el creciente número de pacientes de coronavirus.

En otra jornada de intensa actividad en la capital, Trump y su gobierno tomaron medidas adicionales, y alguna vez impensables, para intentar contener la pandemia. El Departamento de Estado emitió una nueva alerta exhortando a los estadounidenses a no viajar al extranjero bajo ninguna circunstancia. Y el mandatario señaló que su gobierno debería asumir propiedad parcial de las compañías rescatadas durante la pandemia, una medida que representaría una extraordinaria intromisión federal en el sector privado.

Con la esperanza de inyectar buenas noticias en un lúgubre panorama, Trump sostuvo una conferencia en la Casa Blanca en la que intentó resaltar las labores que se llevan a cabo para encontrar tratamientos para el COVID-19 mientras el país pasaba de los 11.000 casos, de los cuales al menos 178 eran fatales.

Ofreció una optimista promoción de fármacos terapéuticos que están en análisis iniciales y que, dijo, podrían cambiar las cosas. Pero sus detractores no tardaron en acusarlo de propagar información engañosa y proyecciones exageradamente optimistas después de que el director de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) dejó en claro que la efectividad y seguridad de los fármacos de los que habló Trump aún estaban en fase de prueba. El proceso toma varios meses y podría o no arrojar resultados.

Posteriormente la FDA recordó al público en un comunicado que “no existen terapias o medicamentos aprobados por la FDA para curar o prevenir el COVID-19”.

En el Capitolio, los legisladores trabajaron de manera apresurada en la aprobación de un paquete de ayuda de 1 billón de dólares para ayudar a las familias y a la economía estadounidense al inyectar fondos directamente en los bolsillos de los estadounidenses. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, ha propuesto pagos directos de 1.200 dólares por persona, 2.400 para parejas y 500 dólares por cada hijo, según una copia del proyecto a la que The Associated Press tuvo acceso.

El Congreso también ha estado discutiendo préstamos que tendrían que ser pagados para respaldar a las aerolíneas y a otras industrias, y trabajaba para incrementar la producción de suministros médicos y la construcción de hospitales temporales gracias a los poderes que otorga la Ley de Producción de Defensa que invocó Trump el miércoles.


En la Casa Blanca, en donde continuaban tomando la temperatura de las personas, y donde funcionarios y periodistas se sentaron a distancia considerable unos de otros como lo dictan las normas de distanciamiento social, Trump aumentó sus críticas a China, arremetiendo contra el país asiático por _según dijo_ no advertir antes al mundo sobre la enfermedad que se originó en Wuhan y que se ha dispersado al resto del mundo.

De hecho, el total de muertos a causa del coronavirus en Italia superó el jueves al saldo en China, con al menos 3.405 decesos en un país con 60 millones de habitantes.

“Si las personas hubieran sabido de esto, se pudo haber detenido, se pudo haber detenido justo donde surgió”, dijo Trump.

“Pero ahora casi todo el mundo se enfrenta a este horrible virus y eso está muy mal”, añadió, lamentándose de cómo la economía estadounidense se encontraba saludable “hace apenas unas cuántas semanas”. AP