"La mayoría vive pacíficamente en Alemania. Y es algo que muchas personas simplemente olvidan", dijo con tono conciliador Kathrin Oertel, exportavoz del movimiento, en un videomensaje en su cuenta de Facebook.
La excara visible del movimiento alemán Pegida, que durante semanas sacó a la calle a miles de autodenominados "Patriotas Europeos contra la (supuesta) Islamización de Occidente", pidió ahora perdón a los inmigrantes y en particular a los musulmanes.
"Me siento en parte responsable de toda la campaña de odio que se desató aquí. En el futuro sólo puedo hacer todo lo que esté a mi alcance para que las cosas vuelvan a estar en orden", añadió mirando fijamente a la cámara. Oertel, de 37 años, fue durante semanas una de las figuras con más exposición pública de Pegida justo cuando el movimiento alcanzó su mayor poder de convocatoria a principios de año y sus marchas de los lunes en Dresde ocuparon portadas en la prensa de todo el mundo.
"Un largo proceso de aprendizaje"
La exportavoz llegó a ser incluso la jefa del movimiento brevemente tras la renuncia del cofundador Lutz Bachmann, pero a fines de enero lo abandonó junto con otros cinco activistas y Pegida se desmembró para caer progresivamente en el olvido. Oertel explicó que sus disculpas y su cambio radical de discurso son resultado de un largo proceso de aprendizaje que incluyó hablar con muchos inmigrantes.
"Vi cuánto sufren los inmigrantes debido a generalizaciones", dijo a la prensa durante un acto pacifista en Dresde. "Uno ve siempre sólo los síntomas, sin sondear en las causas", agregó.